Nueva Biblia Latinoamericana
Ciertamente El se burla de los burladores, Pero da gracia a los afligidos. (Proverbios 3:34)
El sabio heredará honra, Pero los necios hacen resaltar su deshonra. (Proverbios 3:35)
Oigan, hijos, la instrucción de un padre, Y presten atención para que ganen entendimiento, (Proverbios 4:1)
Porque les doy buena enseñanza; No abandonen mi instrucción.
Cuando yo fui hijo para mi padre, Tierno y único a los ojos de mi madre, (Proverbios 4:3)
Entonces él me enseñaba y me decía: "Retenga tu corazón mis palabras, Guarda mis mandamientos y vivirás. (Proverbios 4:4)
Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; No te olvides ni te apartes de las palabras de mi boca. (Proverbios 4:5)

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Proverbios 4:2 - Referencia Cruzada

Si sus hijos abandonan Mi ley Y no andan en Mis juicios, (Salmos 89:30)
Escuchen, porque hablaré cosas excelentes, Y con el abrir de mis labios rectitud. (Proverbios 8:6)
Caiga como la lluvia mi enseñanza, Y destile como el rocío mi discurso, Como llovizna sobre el verde prado Y como aguacero sobre la hierba. (Deuteronomio 32:2)
Debe retener la palabra fiel que es conforme a la enseñanza, para que sea capaz también de exhortar con sana doctrina y refutar a los que contradicen. (Tito 1:9)
Pero si ustedes se apartan y abandonan Mis estatutos y Mis mandamientos que he puesto delante de ustedes, y van y sirven a otros dioses y los adoran, (2 Crónicas 7:19)
Pues has dicho: 'Mi enseñanza es pura, Y soy inocente ante tus ojos.' (Job 11:4)
Para el director del coro. Salmo de los hijos de Coré. Oigan esto, pueblos todos; Escuchen, habitantes todos del mundo, (Salmos 49:1)
¿No te he escrito cosas excelentes De consejo y conocimiento, (Proverbios 22:20)
Mis palabras proceden de la rectitud de mi corazón, Y con sinceridad mis labios hablan lo que saben. (Job 33:3)
Al señalar estas cosas a los hermanos serás un buen ministro de Cristo Jesús, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido. (1 Timoteo 4:6)
Jesús entonces les respondió: "Mi enseñanza no es Mía, sino del que Me envió. (Juan 7:16)
En cuanto a ti, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele de todo corazón y con ánimo dispuesto; porque el SEÑOR escudriña todos los corazones, y entiende todo intento de los pensamientos. Si Lo buscas, El te dejará que Lo encuentres; pero si Lo abandonas, El te rechazará para siempre. (1 Crónicas 28:9)