Y el SEÑOR le dijo: "¿Quién ha hecho la boca del hombre? ¿O quién hace al hombre mudo o sordo, con vista o ciego? ¿No soy Yo, el SEÑOR?
(Éxodo 4:11)
Ahora pues, ve, y Yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que has de hablar."
(Éxodo 4:12)
Pero Moisés dijo: "Te ruego, Señor, envía ahora el mensaje por medio de quien Tú quieras."
(Éxodo 4:13)
Entonces se encendió la ira del SEÑOR contra Moisés, y le dijo: "¿No está allí tu hermano Aarón, el Levita? Yo sé que él habla bien. Y además, ahora él sale a recibirte. Al verte, se alegrará en su corazón.
Y tú le hablarás, y pondrás las palabras en su boca. Yo estaré con tu boca y con su boca y les enseñaré lo que tienen que hacer.
(Éxodo 4:15)
Además, Aarón hablará por ti al pueblo. El te servirá como boca y tú serás para él como Dios.
(Éxodo 4:16)
Y esta vara la llevarás en tu mano, y con ella harás las señales."
(Éxodo 4:17)
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Éxodo 4:14 - Referencia Cruzada
Porque pareció bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponerles mayor carga que estas cosas esenciales:
(Hechos 15:28)
Entonces Samuel tomó el frasco de aceite, la derramó sobre la cabeza de Saúl, lo besó y le dijo: "¿No te ha ungido el SEÑOR por príncipe sobre Su heredad?
(1 Samuel 10:1)
no tuve reposo en mi espíritu al no encontrar a Tito, mi hermano. Despidiéndome, pues, de ellos, salí para Macedonia.
(2 Corintios 2:13)
Pero Dios, que consuela a los deprimidos, nos consoló con la llegada de Tito;
(2 Corintios 7:6)
Porque todos buscan sus propios intereses, no los de Cristo Jesús.
(Filipenses 2:21)
Entonces el SEÑOR se enojó con Salomón porque su corazón se había apartado del SEÑOR, Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces,
(1 Reyes 11:9)
Pero ahora Timoteo ha regresado de ustedes a nosotros, y nos ha traído buenas noticias de su fe y amor y de que siempre tienen buen recuerdo de nosotros, anhelando vernos, como también nosotros a ustedes.
(1 Tesalonicenses 3:6)
Y el SEÑOR dijo a Aarón: "Ve al encuentro de Moisés en el desierto." El fue y le salió al encuentro en el monte de Dios, y lo besó.
(Éxodo 4:27)
El envió a dos de Sus discípulos, diciéndoles: "Vayan a la ciudad, y allí les saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; síganlo;
(Marcus 14:13)
Y esta vara la llevarás en tu mano, y con ella harás las señales."
(Éxodo 4:17)
Y se encendió la ira del SEÑOR contra Uza, y Dios lo hirió allí por su irreverencia; y allí murió junto al arca de Dios.
(2 Samuel 6:7)
También el censo desagradó a Dios, e hirió a Israel.
(1 Crónicas 21:7)
A otro le dijo: "Ven tras Mí." Pero él contestó: "Señor, permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre."
(Lucas 9:59)