Nueva Biblia Latinoamericana
Me anticipo al alba y clamo; En Tus palabras espero. (Salmos 119:147)
Mis ojos se anticipan a las vigilias de la noche, Para meditar en Tu palabra. (Salmos 119:148)
Oye mi voz conforme a Tu misericordia; Vivifícame, oh SEÑOR, conforme a Tus ordenanzas. (Salmos 119:149)
Se me acercan los que siguen la maldad; Lejos están de Tu ley.
Tú estás cerca, SEÑOR, Y todos Tus mandamientos son verdad. (Salmos 119:151)
Desde hace tiempo he sabido de Tus testimonios, Que para siempre los has fundado. (Salmos 119:152)
Resh. Mira mi aflicción y líbrame, Porque no me olvido de Tu ley. (Salmos 119:153)

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Salmos 119:150 - Referencia Cruzada

¡Levántense! ¡Vamos! Miren, está cerca el que Me entrega." (Mateo 26:46)
Pero ahora en Cristo Jesús, ustedes, que en otro tiempo estaban lejos, han sido acercados por la sangre de Cristo. (Efesios 2:13)
El temor del (La reverencia al) SEÑOR es el principio de la sabiduría; Los necios desprecian la sabiduría y la instrucción. (Proverbios 1:7)
Y dicen a Dios: '¡Apártate de nosotros! No deseamos el conocimiento de Tus caminos. (Job 21:14)
Cuando los malhechores vinieron sobre mí para devorar mis carnes, Ellos, mis adversarios y mis enemigos, tropezaron y cayeron. (Salmos 27:2)
Porque perros me han rodeado; Me ha cercado cuadrilla de malhechores; Me horadaron las manos y los pies. (Salmos 22:16)
¿Hasta cuándo, oh simples, amarán la simpleza, Y los burladores se deleitarán en hacer burla, Y los necios aborrecerán el conocimiento? (Proverbios 1:22)
Al que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominación. (Proverbios 28:9)
Jonatán, hijo de Saúl, se levantó y fue a donde estaba David en Hores, y lo fortaleció en Dios. (1 Samuel 23:16)
Porque tú aborreces la disciplina, Y a tus espaldas echas Mis palabras. (Salmos 50:17)
Ahora pues, envíen inmediatamente y avisen a David: 'No pase la noche en los vados del desierto sino pase al otro lado sin falta, no sea que el rey y el pueblo que está con él sean destruidos.'" (2 Samuel 17:16)
No estés lejos de mí, porque la angustia está cerca, Pues no hay nadie que ayude. (Salmos 22:11)