Nueva Biblia Latinoamericana
Tú eres mi escondedero y mi escudo; En Tu palabra espero. (Salmos 119:114)
Apártense de mí, malhechores, Para que guarde yo los mandamientos de mi Dios. (Salmos 119:115)
Sostenme conforme a Tu promesa, para que viva, Y no dejes que me avergüence de mi esperanza. (Salmos 119:116)
Sostenme, para estar seguro, Y que continuamente preste atención a Tus estatutos.
Has rechazado a todos los que se desvían de Tus estatutos, Porque su engaño es en vano. (Salmos 119:118)
Como basura has quitado de la tierra a todos los impíos, Por tanto amo Tus testimonios. (Salmos 119:119)
Mi carne se estremece por temor a Ti, Y de Tus juicios tengo miedo. (Salmos 119:120)

Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 119:117":

Milagros García Klibansky
Mi Dios es santo
Reflexión sobre la grandeza de Dios y su amor Santo en el Salmo 89 por Milagros García Klibansky.


Faustino de Jesús Zamora Vargas
Mi Dios es protector
Este artículo habla sobre cómo la protección sobrenatural de Dios está siempre presente en nuestras vidas y cómo debemos confiar en Él como nuestro refugio y protección en medio de la tormenta.


Salmos 119:117 - Referencia Cruzada

Levantaré mis manos a Tus mandamientos, Los cuales amo, Y meditaré en Tus estatutos. (Salmos 119:48)
Mis pasos se han mantenido firmes en Tus sendas. No han resbalado mis pies. (Salmos 17:5)
Aun allí me guiará Tu mano, Y me tomará Tu diestra. (Salmos 139:10)
Sin embargo, yo siempre estoy contigo; Tú me has tomado de la mano derecha. (Salmos 73:23)
Mediante la fe ustedes son protegidos (guardados) por el poder de Dios, para la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo. (1 Pedro 1:5)
Entonces no seré avergonzado, Al considerar todos Tus mandamientos. (Salmos 119:6)
De Ti he recibido apoyo desde mi nacimiento; Tú eres el que me sacó del seno de mi madre; Para Ti es de continuo mi alabanza. (Salmos 71:6)
Tus testimonios he tomado como herencia para siempre, Porque son el gozo de mi corazón. (Salmos 119:111)
¿Quién eres tú para juzgar al criado (siervo) de otro? Para su propio amo (señor) está en pie o cae. En pie se mantendrá, porque poderoso es el Señor para sostenerlo en pie. (Romanos 14:4)
Y a Aquél que es poderoso para guardarlos a ustedes sin caída y para presentarlos sin mancha en presencia de Su gloria con gran alegría, (Judas 1:24)
Yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de Mi mano. (Juan 10:28)
Porque Yo soy el SEÑOR tu Dios, que sostiene tu diestra, Que te dice: 'No temas, Yo te ayudaré.' (Isaías 41:13)