Hazme entender el camino de Tus preceptos, Y meditaré en Tus maravillas.
(Salmos 119:27)De tristeza llora mi alma; Fortaléceme conforme a Tu palabra.
(Salmos 119:28)Quita de mí el camino de la mentira, Y en Tu bondad concédeme Tu ley.
(Salmos 119:29)He escogido el camino de la verdad; He puesto Tus ordenanzas delante de mí.
Me apego a Tus testimonios; SEÑOR, no me avergüences.
(Salmos 119:31)Por el camino de Tus mandamientos correré, Porque Tú ensancharás mi corazón.
(Salmos 119:32)He. Enséñame, oh SEÑOR, el camino de Tus estatutos, Y lo guardaré hasta el fin.
(Salmos 119:33)Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 119:30":
Salmos 119:30 - Referencia Cruzada
También Tus testimonios son mi deleite; Ellos son mis consejeros.
(Salmos 119:24)pero una sola cosa es necesaria, y María ha escogido la parte buena, la cual no le será quitada."
(Lucas 10:42)Y si no les parece bien servir al SEÑOR, escojan hoy a quién han de servir: si a los dioses que sirvieron sus padres, que estaban al otro lado del río, o a los dioses de los Amorreos en cuya tierra habitan. Pero yo y mi casa, serviremos al SEÑOR."
(Josué 24:15)deseen como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcan para salvación,
(1 Pedro 2:2)Graben, pues, estas mis palabras en su corazón y en su alma; átenlas como una señal en su mano, y serán por insignias entre sus ojos.
(Deuteronomio 11:18)Tus testimonios he tomado como herencia para siempre, Porque son el gozo de mi corazón.
(Salmos 119:111)Pero porque Yo digo la verdad, no Me creen.
(Juan 8:45)Me acuerdo de Tus ordenanzas antiguas, oh SEÑOR, Y me consuelo.
(Salmos 119:52)Porque odiaron el conocimiento, Y no escogieron el temor del SEÑOR,
(Proverbios 1:29)Quita de mí el camino de la mentira, Y en Tu bondad concédeme Tu ley.
(Salmos 119:29)Que esté pronta Tu mano a socorrerme, Porque Tus preceptos he escogido.
(Salmos 119:173)Mucho me alegré al encontrar algunos de tus hijos andando en la verdad, tal como hemos recibido mandamiento del Padre.
(2 Juan 1:4)Y éste es el juicio: que la Luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la Luz, pues sus acciones eran malas.
(Juan 3:19)