Nueva Biblia Latinoamericana
Me deleitaré en Tus estatutos, Y no olvidaré Tu palabra. (Salmos 119:16)
Guímel. Favorece a Tu siervo, Para que viva y guarde Tu palabra. (Salmos 119:17)
Abre mis ojos, para que vea Las maravillas de Tu ley. (Salmos 119:18)
Peregrino soy en la tierra, No escondas de mí Tus mandamientos.
Quebrantada está mi alma anhelando Tus ordenanzas en todo tiempo. (Salmos 119:20)
Tú reprendes a los soberbios, los malditos, Que se desvían de Tus mandamientos. (Salmos 119:21)
Quita de mí el oprobio y el desprecio, Porque yo guardo Tus testimonios. (Salmos 119:22)

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Salmos 119:19 - Referencia Cruzada

¿Por qué, oh SEÑOR, nos haces desviar de Tus caminos Y endureces nuestro corazón a Tu temor? Vuélvete por amor de Tus siervos, las tribus de Tu heredad. (Isaías 63:17)
Por tanto, animados siempre y sabiendo que mientras habitamos (estamos presentes) en el cuerpo, estamos ausentes del Señor. (2 Corintios 5:6)
Escucha mi oración, oh SEÑOR, y presta oído a mi clamor; No guardes silencio ante mis lágrimas; Porque extranjero soy junto a Ti, Peregrino, como todos mis padres. (Salmos 39:12)
Porque somos extranjeros y peregrinos delante de Ti, como lo fueron todos nuestros padres; como una sombra son nuestros días sobre la tierra, y no hay esperanza. (1 Crónicas 29:15)
Amados, les ruego como a extranjeros y peregrinos, que se abstengan de las pasiones carnales que combaten contra el alma. (1 Pedro 2:11)
Entonces les abrió la mente para que comprendieran las Escrituras, (Lucas 24:45)
Todos éstos murieron en fe, sin haber recibido las promesas, pero habiéndolas visto desde lejos y aceptado con gusto, confesando que eran extranjeros y peregrinos (expatriados) sobre la tierra. (Hebreos 11:13)
Entonces Jacob respondió a Faraón: "Los años de mi peregrinación son 130 años; pocos y malos han sido los años de mi vida, y no han alcanzado a los años que mis padres vivieron en los días de su peregrinación." (Génesis 47:9)
Porque Dios le ha hecho olvidar la sabiduría, Y no le ha dado su porción de inteligencia. (Job 39:17)
Con todo mi corazón Te he buscado; No dejes que me desvíe de Tus mandamientos. (Salmos 119:10)
Pero ellos no entendían estas palabras, y les estaban veladas para que no las comprendieran; y temían preguntar a Jesús acerca de ellas. (Lucas 9:45)