Nueva Biblia Latinoamericana
Al salir el sol se esconden, Y se echan en sus guaridas. (Salmos 104:22)
Sale el hombre a su trabajo, Y a su labor hasta el atardecer. (Salmos 104:23)
¡Cuán numerosas son Tus obras, oh SEÑOR! Con sabiduría las has hecho todas; Llena está la tierra de Tus posesiones. (Salmos 104:24)
He allí el mar, grande y anchuroso, En el cual se mueve un sinnúmero De animales tanto pequeños como grandes.
Allí surcan las naves, Y el Leviatán (monstruo marino) que hiciste para que jugara en él. (Salmos 104:26)
Todos ellos esperan en Ti Para que les des su comida a su tiempo. (Salmos 104:27)
Tú les das, ellos recogen; Abres Tu mano, se sacian de bienes. (Salmos 104:28)

Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 104:25":

Milagros García Klibansky
Disfrutando Tu grandeza
Disfrutando Tu grandeza es un relato sobre la diversidad y la belleza de la creación, la familia y la naturaleza, y la gratitud hacia Dios. Escrito por Milagros García Klibansky.


E. M. Bounds
El primer deber
El autor E. M. Bounds habla sobre la importancia de buscar a Dios temprano en la mañana como el primer deber y cómo la pereza en los asuntos de Dios es el pecado que nos aqueja. Se necesitan predicadores que busquen a Dios temprano para obtener la abundancia de su poder y fortaleza para el resto del día.


Salmos 104:25 - Referencia Cruzada

Alábenle los cielos y la tierra, Los mares y todo lo que en ellos se mueve. (Salmos 69:34)
Entonces dijo Dios: "Llénense las aguas de multitudes de seres vivientes, y vuelen las aves sobre la tierra en la abierta expansión de los cielos." (Génesis 1:20)
Llamarán a los pueblos al monte; Allí ofrecerán sacrificios de justicia, Pues disfrutarán de la abundancia de los mares, Y de los tesoros escondidos en la arena." (Deuteronomio 33:19)
Pablo, sin embargo, sacudiendo la mano, arrojó el animal al fuego y no sufrió ningún daño. (Hechos 28:5)
Con lo mejor de los frutos del sol Y con los mejores productos de los meses; (Deuteronomio 33:14)
La serpiente era más astuta que cualquiera de los animales del campo que el SEÑOR Dios había hecho. Y dijo a la mujer: "¿Conque Dios les ha dicho: 'No comerán de ningún árbol del huerto'?" (Génesis 3:1)
En cuya mano están las profundidades de la tierra; Suyas son también las cumbres de los montes. (Salmos 95:4)
Dios los bendijo y les dijo: "Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Ejerzan dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra." (Génesis 1:28)