Nueva Biblia Latinoamericana
He hallado a David Mi siervo; Lo he ungido con Mi óleo santo, (Salmos 89:20)
Y con él estará siempre Mi mano; Mi brazo también lo fortalecerá. (Salmos 89:21)
No lo engañará el enemigo, Ni lo afligirá el hijo de maldad. (Salmos 89:22)
Sino que Yo aplastaré a sus adversarios delante de él, Y heriré a los que lo aborrecen.
Con él estarán Mi fidelidad y Mi misericordia, Y en Mi nombre será exaltado su poder. (Salmos 89:24)
Pondré también su mano sobre el mar Y su diestra sobre los ríos. (Salmos 89:25)
El clamará a Mí: 'Mi Padre eres Tú, Mi Dios y la roca de mi salvación.' (Salmos 89:26)

Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 89:23":

Charles Spurgeon
No te desampararé, ni te dejaré
Reflexión sobre la promesa de Dios de no abandonarnos y cómo recordar sus misericordias anteriores nos da ánimo.


Faustino de Jesús Zamora Vargas
Mi Dios es protector
Este artículo habla sobre cómo la protección sobrenatural de Dios está siempre presente en nuestras vidas y cómo debemos confiar en Él como nuestro refugio y protección en medio de la tormenta.


Salmos 89:23 - Referencia Cruzada

Hubo larga guerra entre la casa de Saúl y la casa de David; pero David se iba fortaleciendo, mientras que la casa de Saúl se iba debilitando. (2 Samuel 3:1)
Hallará Tu mano a todos Tus enemigos; Tu diestra hallará a aquéllos que Te odian. (Salmos 21:8)
Y he estado contigo por dondequiera que has ido y he exterminado a todos tus enemigos de delante de ti, y haré de ti un gran nombre como el nombre de los grandes que hay en la tierra. (2 Samuel 7:9)
Pues Tú me has ceñido con fuerzas para la batalla; Has subyugado debajo de mí a los que contra mí se levantaron. (2 Samuel 22:40)
También has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, Y destruí a los que me odiaban. (Salmos 18:40)
Sucedió que cuando el rey David ya moraba en su casa, y el SEÑOR le había dado descanso de sus enemigos por todos lados, (2 Samuel 7:1)
¿Por qué se sublevan las naciones, Y los pueblos traman cosas vanas? (Salmos 2:1)
A sus enemigos cubriré de vergüenza, Pero sobre él resplandecerá su corona." (Salmos 132:18)
Me han rodeado también con palabras de odio, Y sin causa han luchado contra mí. (Salmos 109:3)
Pero sus ciudadanos lo odiaban, y enviaron una delegación tras él, diciendo: 'No queremos que éste reine sobre nosotros.' (Lucas 19:14)
El que Me odia a Mí, odia también a Mi Padre. (Juan 15:23)
Pero a estos mis enemigos, que no querían que reinara sobre ellos, tráiganlos acá y mátenlos delante de mí." (Lucas 19:27)