Nueva Biblia Latinoamericana
Una vez hablaste en visión a Tus santos, Y dijiste: "He ayudado a un poderoso; He exaltado a uno escogido de entre el pueblo. (Salmos 89:19)
He hallado a David Mi siervo; Lo he ungido con Mi óleo santo, (Salmos 89:20)
Y con él estará siempre Mi mano; Mi brazo también lo fortalecerá. (Salmos 89:21)
No lo engañará el enemigo, Ni lo afligirá el hijo de maldad.
Sino que Yo aplastaré a sus adversarios delante de él, Y heriré a los que lo aborrecen. (Salmos 89:23)
Con él estarán Mi fidelidad y Mi misericordia, Y en Mi nombre será exaltado su poder. (Salmos 89:24)
Pondré también su mano sobre el mar Y su diestra sobre los ríos. (Salmos 89:25)

Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 89:22":

Charles Spurgeon
No te desampararé, ni te dejaré
Reflexión sobre la promesa de Dios de no abandonarnos y cómo recordar sus misericordias anteriores nos da ánimo.


Nancy G. Marquez
Satisfechos en Dios
En el Salmo 17, David pide protección contra los opresores y busca ser recto y agradable a Dios en todos sus caminos.author: Nancy G. Marquez,title: Satisfechos en Dios,summary: El Salmo 17 es una oración sincera de David pidiendo protección contra los opresores y pidiendo a Dios que esté atento a su clamor. Él busca ser recto y agradable a Dios en todos sus caminos. Termina la oración diciendo que estará satisfecho cuando despierte a la semejanza de Dios. El creyente sabe que encontrará su satisfacción completa cuando esté en la presencia del Señor, habiendo hecho todo lo posible por vivir semejante a Él aquí en la tierra.


Salmos 89:22 - Referencia Cruzada

Cuando Yo estaba con ellos, los guardaba en Tu nombre, el nombre que Me diste; y los guardé y ninguno se perdió, excepto el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliera. (Juan 17:12)
Asignaré también un lugar para Mi pueblo Israel, y lo plantaré allí a fin de que habite en su propio lugar y no sea perturbado de nuevo, ni los malvados los aflijan más como antes, (2 Samuel 7:10)
Asignaré también un lugar para Mi pueblo Israel, y lo plantaré allí para que habite en su propio lugar y no sea removido más. Tampoco los malvados los oprimirán más como antes, (1 Crónicas 17:9)
Que nadie los engañe en ninguna manera, porque no vendrá sin que primero venga la apostasía y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición. (2 Tesalonicenses 2:3)
Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu (Santo) al desierto para ser tentado (puesto a prueba) por el diablo. (Mateo 4:1)