Aumenta Tú mi grandeza Y vuelve a consolarme.
(Salmos 71:21)
Y yo Te daré gracias con el arpa, Cantaré Tu verdad, Dios mío; A Ti cantaré alabanzas con la lira, Oh Santo de Israel.
(Salmos 71:22)
Darán voces de júbilo mis labios, cuando Te cante alabanzas, Y mi alma, que Tú has redimido.
(Salmos 71:23)
También mi lengua hablará de Tu justicia todo el día, Porque han sido avergonzados, porque han sido humillados, los que procuran mi mal.
Salmo a Salomón. Oh Dios, da Tus juicios al rey, Y Tu justicia al hijo del rey.
(Salmos 72:1)
Juzgue él a Tu pueblo con justicia, Y a Tus afligidos con equidad.
(Salmos 72:2)
Traigan paz los montes al pueblo, Y justicia los collados.
(Salmos 72:3)
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Salmos 71:24 - Referencia Cruzada
Pues Cristo debe reinar hasta que haya puesto a todos Sus enemigos debajo de Sus pies.
(1 Corintios 15:25)
La lengua del justo es plata escogida, Pero el corazón de los impíos es poca cosa.
(Proverbios 10:20)
El hombre bueno de su buen tesoro saca cosas buenas; y el hombre malo de su mal tesoro saca cosas malas.
(Mateo 12:35)
Y mi lengua hablará de Tu justicia Y de Tu alabanza todo el día.
(Salmos 35:28)
Enséñenlas a sus hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.
(Deuteronomio 11:19)
Sean avergonzados y consumidos los enemigos de mi alma; Sean cubiertos de afrenta y de ignominia los que procuran mi mal.
(Salmos 71:13)
Perseguí a mis enemigos y los alcancé; Y no me volví hasta acabarlos.
(Salmos 18:37)
Llena está mi boca de Tu alabanza Y de Tu gloria todo el día.
(Salmos 71:8)
Todo el día contará mi boca De Tu justicia y de Tu salvación, Porque son innumerables.
(Salmos 71:15)
La boca del justo profiere sabiduría Y su lengua habla rectitud.
(Salmos 37:30)
Mis ojos satisfechos han mirado a los que me acechaban, Y oyen mis oídos de los malhechores que se levantan contra mí.
(Salmos 92:11)
No salga de la boca de ustedes ninguna palabra mala (corrompida), sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan.
(Efesios 4:29)