Nueva Biblia Latinoamericana
Tengan cuidado, no sea que se engañe su corazón y se desvíen y sirvan a otros dioses, y los adoren. (Deuteronomio 11:16)
No sea que la ira del SEÑOR se encienda contra ustedes, y cierre los cielos y no haya lluvia y la tierra no produzca su fruto, y pronto perezcan en la buena tierra que el SEÑOR les da. (Deuteronomio 11:17)
Graben, pues, estas mis palabras en su corazón y en su alma; átenlas como una señal en su mano, y serán por insignias entre sus ojos. (Deuteronomio 11:18)
Enséñenlas a sus hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.
Y escríbelas en los postes de tu casa y en tus puertas, (Deuteronomio 11:20)
para que tus días y los días de tus hijos sean multiplicados en la tierra que el SEÑOR juró dar a tus padres, por todo el tiempo que los cielos permanezcan sobre la tierra. (Deuteronomio 11:21)
Porque si guardan cuidadosamente todo este mandamiento que les ordeno para cumplirlo, amando al SEÑOR su Dios, andando en todos Sus caminos y allegándose a El, (Deuteronomio 11:22)

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Deuteronomio 11:19 - Referencia Cruzada

Por tanto, cuídate y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, y no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; sino que las hagas saber a tus hijos y a tus nietos. (Deuteronomio 4:9)
Las enseñarás diligentemente a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. (Deuteronomio 6:7)
Vengan, hijos, escúchenme; Les enseñaré el temor del SEÑOR. (Salmos 34:11)
El que vive, el que vive es el que Te da gracias, como yo lo hago hoy. El padre cuenta a sus hijos Tu fidelidad. (Isaías 38:19)
Oigan, hijos, la instrucción de un padre, Y presten atención para que ganen entendimiento, (Proverbios 4:1)
Hijo mío, si recibes mis palabras Y atesoras mis mandamientos dentro de ti, (Proverbios 2:1)
Porque El estableció un testimonio en Jacob, Y puso una ley en Israel, La cual ordenó a nuestros padres Que enseñaran a sus hijos, (Salmos 78:5)