Nueva Biblia Latinoamericana
El Señor da la palabra; Las mujeres que anuncian las buenas nuevas son gran multitud: (Salmos 68:11)
Los reyes de los ejércitos huyen; sí huyen, Y la que se queda en casa repartirá el botín." (Salmos 68:12)
Cuando ustedes se acuestan en los rediles, Son como alas de paloma cubiertas de plata, Y sus plumas de oro resplandeciente. (Salmos 68:13)
Cuando el Omnipotente dispersó allí a los reyes, Nevaba en el Monte Salmón.
Monte de Dios es el Monte de Basán; Monte de muchos picos es el Monte de Basán. (Salmos 68:15)
¿Por qué miran con envidia, oh montes de muchos picos, Al monte que Dios ha deseado para morada Suya? Ciertamente el SEÑOR habitará allí para siempre. (Salmos 68:16)
Los carros de Dios son miríadas, millares de millares; El Señor está entre ellos en santidad, como en el Sinaí. (Salmos 68:17)

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Salmos 68:14 - Referencia Cruzada

Los ejércitos que están en los cielos, vestidos de lino fino, blanco y limpio, Lo seguían sobre caballos blancos. (Apocalipsis 19:14)
Estos son los reyes de la tierra a quienes los Israelitas derrotaron, y cuya tierra poseyeron al otro lado del Jordán, hacia el oriente, desde el Valle del Arnón hasta el Monte Hermón, y todo el Arabá hacia el oriente: (Josué 12:1)
Entonces Israel envió mensajeros a Sehón, rey de los Amorreos, diciéndole: (Números 21:21)
El pueblo sirvió al SEÑOR todos los días de Josué, y todos los días de los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían sido testigos de la gran obra que el SEÑOR había hecho por Israel. (Jueces 2:7)
Y el SEÑOR los desconcertó delante de Israel, y los hirió con gran matanza en Gabaón. Luego los persiguió por el camino de la subida de Bet Horón y los hirió hasta Azeca y Maceda. (Josué 10:10)
Abimelec subió entonces al Monte Salmón, él y toda la gente que estaba con él; y tomando Abimelec un hacha en su mano, cortó una rama de los árboles, la levantó y la puso sobre su hombro. Y dijo a la gente que estaba con él: "Lo que me han visto hacer, apresúrense y hagan lo mismo." (Jueces 9:48)
Santo era Israel para el SEÑOR, Primicias de Su cosecha; Todos los que comían de ella se hacían culpables; El mal venía sobre ellos," declara el SEÑOR.'" (Jeremías 2:3)
Y oyó el SEÑOR la voz de Israel y les entregó a los Cananeos; e Israel los destruyó por completo, a ellos y a sus ciudades. Por eso se llamó a aquél lugar Horma (Destrucción). (Números 21:3)
Vengan ahora, y razonemos," Dice el SEÑOR, "Aunque sus pecados sean como la grana, Como la nieve serán emblanquecidos. Aunque sean rojos como el carmesí, Como blanca lana quedarán. (Isaías 1:18)
Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve. (Salmos 51:7)