Nueva Biblia Latinoamericana
Y peleó Abimelec contra la ciudad todo aquel día, capturó la ciudad y mató a la gente que había en ella. Entonces arrasó la ciudad y la sembró de sal. (Jueces 9:45)
Al oír esto todos los habitantes de la torre de Siquem, se metieron en la fortaleza del templo de El Berit. (Jueces 9:46)
Y le informaron a Abimelec que todos los habitantes de la torre de Siquem estaban reunidos. (Jueces 9:47)
Abimelec subió entonces al Monte Salmón, él y toda la gente que estaba con él; y tomando Abimelec un hacha en su mano, cortó una rama de los árboles, la levantó y la puso sobre su hombro. Y dijo a la gente que estaba con él: "Lo que me han visto hacer, apresúrense y hagan lo mismo."
Y todo el pueblo cortó también cada uno su rama y siguió a Abimelec, y las pusieron sobre la fortaleza; prendieron fuego a la fortaleza sobre los que estaban adentro, y murieron también todos los de la torre de Siquem, como 1,000 hombres y mujeres. (Jueces 9:49)
Después Abimelec fue a Tebes, la sitió y la tomó. (Jueces 9:50)
Pero había una torre fortificada en el centro de la ciudad, y todos los hombres y mujeres, todos los habitantes de la ciudad, huyeron allí, se encerraron y subieron al techo de la torre. (Jueces 9:51)

Otras publicaciones relacionadas con "Jueces 9:48":

Dr. Roberto Miranda
Una oportunidad desperdiciada
Este sermón habla sobre cómo reaccionamos ante las ofensas y conflictos en nuestras vidas, y la importancia de vivir conforme a los principios del Reino de Dios. Se utiliza la historia de Dina en Génesis para ilustrar cómo los hijos de Dios deben poner por encima los valores del Reino de Dios, como la paz, la misericordia y el perdón.


Faustino de Jesús Zamora Vargas
Táctica y estrategia
Artículo sobre la táctica y estrategia divina para lograr sus propósitos y cómo la iglesia de Cristo puede trabajar en el avance del Reino de Dios.


Jueces 9:48 - Referencia Cruzada

Si dicen: "Ven con nosotros, Pongámonos al asecho para derramar sangre, Sin causa asechemos al inocente, (Proverbios 1:11)
Mírenme," les dijo, "y hagan lo mismo que yo. Y cuando yo llegue a las afueras del campamento, como yo haga, así harán ustedes. (Jueces 7:17)
Cuando el Omnipotente dispersó allí a los reyes, Nevaba en el Monte Salmón. (Salmos 68:14)