Nueva Biblia Latinoamericana
Josué subió de Gilgal, él y toda la gente de guerra con él, y todos los valientes guerreros. (Josué 10:7)
Y el SEÑOR dijo a Josué: "No les tengas miedo, porque los he entregado en tus manos. Ninguno de ellos te podrá resistir." (Josué 10:8)
Vino, pues, Josué sobre ellos de repente, habiendo marchado toda la noche desde Gilgal. (Josué 10:9)
Y el SEÑOR los desconcertó delante de Israel, y los hirió con gran matanza en Gabaón. Luego los persiguió por el camino de la subida de Bet Horón y los hirió hasta Azeca y Maceda.
Mientras huían delante de Israel, cuando estaban en la bajada de Bet Horón, el SEÑOR arrojó desde el cielo grandes piedras sobre ellos hasta Azeca y murieron. Y fueron más los que murieron por las piedras del granizo que los que mataron a espada los Israelitas. (Josué 10:11)
Entonces Josué habló al SEÑOR el día en que el SEÑOR entregó a los Amorreos delante de los Israelitas, y dijo en presencia de Israel: "Sol, detente en Gabaón, Y tú luna, en el Valle de Ajalón." (Josué 10:12)
Y el sol se detuvo, y la luna se paró, Hasta que la nación se vengó de sus enemigos. ¿No está esto escrito en el Libro de Jaser? Y el sol se detuvo en medio del cielo y no se apresuró a ponerse como por un día entero. (Josué 10:13)

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Josué 10:10 - Referencia Cruzada

Pero el SEÑOR tu Dios las entregará delante de ti, y producirá entre ellas gran confusión hasta que perezcan. (Deuteronomio 7:23)
Mientras Samuel estaba ofreciendo el holocausto, los Filisteos se acercaron para pelear con Israel. Pero el SEÑOR tronó con gran estruendo aquel día contra los Filisteos y los confundió, y fueron derrotados delante de Israel. (1 Samuel 7:10)
Gederot, Bet Dagón, Naama y Maceda; dieciséis ciudades con sus aldeas. (Josué 15:41)
Y el SEÑOR derrotó a los Etíopes delante de Asa y delante de Judá, y los Etíopes huyeron. (2 Crónicas 14:12)
El SEÑOR derrotó a Sísara, con todos sus carros y todo su ejército, a filo de espada delante de Barac. Y Sísara bajó de su carro, y huyó a pie. (Jueces 4:15)
Kibsaim con sus tierras de pasto y Bet Horón con sus tierras de pasto; cuatro ciudades. (Josué 21:22)
Y expulsó a las naciones de delante de ellos; Las repartió con medida por herencia, E hizo habitar en sus tiendas a las tribus de Israel. (Salmos 78:55)
Porque el SEÑOR se levantará como en el Monte Perazim, Se enojará como en el Valle de Gabaón, Para hacer Su tarea, Su extraña tarea, Y para hacer Su obra, Su extraordinaria obra. (Isaías 28:21)
El envió Sus flechas, y los dispersó, Y muchos relámpagos, y los confundió. (Salmos 18:14)
Este fue el territorio de los hijos de Efraín conforme a sus familias: el límite de su heredad hacia el oriente era Atarot Adar, hasta Bet Horón de arriba. (Josué 16:5)
otra compañía se dirigió por el camino de Bet Horón, y la otra compañía se dirigió por el camino de la frontera que mira sobre el Valle de Zeboim, hacia el desierto. (1 Samuel 13:18)
el rey de Maceda, uno; el rey de Betel (Casa de Dios), uno; (Josué 12:16)
Jarmut, Adulam, Soco, Azeca, (Josué 15:35)
Pues no fue por su espada que tomaron posesión de la tierra, Ni fue su brazo el que los salvó, Sino Tu diestra y Tu brazo, y la luz de Tu presencia, Porque Te complaciste en ellos. (Salmos 44:3)
Y descendía hacia el occidente al territorio de los Jafletitas, hasta el territorio de Bet Horón de abajo, y hasta Gezer, y terminaba en el mar. (Josué 16:3)
Mientras huían delante de Israel, cuando estaban en la bajada de Bet Horón, el SEÑOR arrojó desde el cielo grandes piedras sobre ellos hasta Azeca y murieron. Y fueron más los que murieron por las piedras del granizo que los que mataron a espada los Israelitas. (Josué 10:11)
mientras el ejército del rey de Babilonia peleaba contra Jerusalén y contra todas las ciudades que quedaban en Judá, es decir, Laquis y Azeca, pues sólo éstas quedaban como ciudades fortificadas entre las ciudades de Judá. (Jeremías 34:7)
Y el SEÑOR los entregó en manos de Israel, los derrotaron y los persiguieron hasta Sidón la grande, hasta Misrefot Maim y hasta el Valle de Mizpa al oriente. Los hirieron hasta que no les quedó sobreviviente alguno. (Josué 11:8)
Aquel día Josué conquistó a Maceda. La hirió a filo de espada junto con su rey y la destruyó por completo con todas las personas que había en ella. No dejó ningún sobreviviente, e hizo con el rey de Maceda como había hecho con el rey de Jericó. (Josué 10:28)