Pues Tú has librado mi alma de la muerte, Y mis pies de tropiezo, Para que yo pueda andar delante de Dios En la luz de la vida.
(Salmos 56:13)
Para el director del coro; según tonada de "No Destruyas." Mictam de David, en la cueva, cuando huía de Saúl. Ten piedad de mí, oh Dios, ten piedad de mí, Porque en Ti se refugia mi alma; En la sombra de Tus alas me ampararé Hasta que la destrucción pase.
(Salmos 57:1)
Clamaré al Dios Altísimo, Al Dios que todo lo hace para mí.
(Salmos 57:2)
El enviará desde los cielos y me salvará; El reprocha al que me pisotea. (Selah) Dios enviará Su misericordia y Su verdad.
Mi alma está entre leones; Tengo que acostarme entre los que vomitan fuego; Entre los hijos de los hombres, cuyos dientes son lanzas y saetas, Y cuya lengua es espada afilada.
(Salmos 57:4)
Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios; Sea Tu gloria sobre toda la tierra.
(Salmos 57:5)
Han tendido una red para mis pasos; Mi alma está abatida; Han cavado una fosa delante de mí, Pero ellos mismos han caído en medio de ella. (Selah)
(Salmos 57:6)
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Salmos 57:3 - Referencia Cruzada
Envía Tu luz y Tu verdad; que ellas me guíen, Que me lleven a Tu santo monte Y a Tus moradas.
(Salmos 43:3)
Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad fueron hechas realidad por medio de Jesucristo (Jesús el Mesías).
(Juan 1:17)
Para el director del coro; según la tonada de "La Paloma Silenciosa de los que Están Lejos." Mictam de David cuando los Filisteos lo prendieron en Gat. Ten piedad de mí, oh Dios, porque el hombre me ha pisoteado; Me oprime combatiéndome todo el día.
(Salmos 56:1)
El reinará para siempre delante de Dios; Concédele misericordia y fidelidad para que lo guarden.
(Salmos 61:7)
Cuando Pedro volvió en sí, dijo: "Ahora sé en verdad que el Señor ha enviado a Su ángel, y me ha rescatado de la mano de Herodes (Agripa I) y de todo lo que esperaba el pueblo de los Judíos."
(Hechos 12:11)
Tú, oh SEÑOR, no retengas Tu compasión de mí; Tu misericordia y Tu fidelidad me guarden continuamente,
(Salmos 40:11)
¿Acaso no han dicho los hombres de mi tienda: '¿Quién puede hallar a alguien que no se haya saciado con su carne?'
(Job 31:31)
Oh SEÑOR, inclina Tus cielos y desciende; Toca los montes para que humeen.
(Salmos 144:5)
Son un pueblo que se levanta como leona, Y se yergue como león; No se echará hasta que devore la presa Y beba la sangre de los que ha matado."
(Números 23:24)
En mi angustia invoqué al SEÑOR, Y clamé a mi Dios; Desde Su templo oyó mi voz, Y mi clamor delante de El llegó a Sus oídos.
(Salmos 18:6)
Ustedes que aborrecen lo bueno y aman lo malo, Que le arrancan al pueblo la piel de encima Y la carne de sobre sus huesos;
(Miqueas 3:2)
Y se produjo un gran terremoto, porque un ángel del Señor descendiendo del cielo, y acercándose, removió la piedra y se sentó sobre ella.
(Mateo 28:2)