Nueva Biblia Latinoamericana
Atacan, se esconden, Espían mis pasos, Como esperando para quitarme la vida. (Salmos 56:6)
Por causa de la iniquidad, arrójalos, En Tu ira humilla a los pueblos, oh Dios. (Salmos 56:7)
Tú has tomado en cuenta mi vida errante; Pon mis lágrimas en Tu frasco; ¿Acaso no están en Tu libro? (Salmos 56:8)
Entonces mis enemigos retrocederán el día en que yo Te invoque. Esto sé: que Dios está a favor mío.
En Dios, cuya palabra alabo, En el SEÑOR, cuya palabra honro; (Salmos 56:10)
En Dios he confiado, no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre? (Salmos 56:11)
Están sobre mí, oh Dios, los votos que Te hice; Ofrendas de acción de gracias Te ofreceré. (Salmos 56:12)

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Salmos 56:9 - Referencia Cruzada

Entonces, ¿qué diremos a esto? Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros? (Romanos 8:31)
Y cuando El les dijo: "Yo soy," retrocedieron y cayeron a tierra. (Juan 18:6)
Cuando mis enemigos retroceden, Tropiezan y perecen delante de Ti. (Salmos 9:3)
Cuando los malhechores vinieron sobre mí para devorar mis carnes, Ellos, mis adversarios y mis enemigos, tropezaron y cayeron. (Salmos 27:2)
Me rodearon, sí, me rodearon; En el nombre del SEÑOR ciertamente las destruí. (Salmos 118:11)
Clama a Mí, y Yo te responderé y te revelaré cosas grandes e inaccesibles, que tú no conoces.' (Jeremías 33:3)
Los destrocé y no pudieron levantarse; Cayeron debajo de mis pies. (Salmos 18:38)
El SEÑOR de los ejércitos está con nosotros; Nuestro baluarte es el Dios de Jacob. (Selah) (Salmos 46:7)
No escondas de mí Tu rostro en el día de mi angustia; Inclina hacia mí Tu oído; El día en que Te invoco, respóndeme pronto. (Salmos 102:2)
El SEÑOR de los ejércitos está con nosotros; Nuestro baluarte es el Dios de Jacob. (Selah) (Salmos 46:11)
El SEÑOR está a mi favor; no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre? (Salmos 118:6)
Quebrántense, pueblos, que serán destrozados; Presten oído, confines todos de la tierra. Prepárense, que serán destrozados; Prepárense, que serán destrozados. (Isaías 8:9)
Y Moisés dijo a Josué: "Escógenos hombres, y sal a pelear contra Amalec. Mañana yo estaré sobre la cumbre de la colina con la vara de Dios en mi mano." (Éxodo 17:9)