Como lo hemos oído, así lo hemos visto En la ciudad del SEÑOR de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios; Dios la afirmará para siempre. (Selah)
(Salmos 48:8)
Hemos meditado en Tu misericordia, oh Dios, En medio de Tu templo.
(Salmos 48:9)
Oh Dios, como es Tu nombre, Así es Tu alabanza hasta los confines de la tierra; Llena de justicia está Tu diestra.
(Salmos 48:10)
Alégrese el Monte Sion, Regocíjense las hijas de Judá, A causa de Tus juicios.
Caminen por Sion y vayan alrededor de ella; Cuenten sus torres;
(Salmos 48:12)
Consideren atentamente sus murallas, Recorran sus palacios, Para que lo cuenten a la generación venidera.
(Salmos 48:13)
Porque Este es Dios, Nuestro Dios para siempre; El nos guiará hasta la muerte.
(Salmos 48:14)
Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 48:11":
Salmos 48:11 - Referencia Cruzada
Soy morena pero preciosa, Oh hijas de Jerusalén, Como las tiendas de Cedar, Como las cortinas de Salomón.
(Cantares 1:5)
Oyó Sion esto y se alegró, Y las hijas de Judá se han regocijado A causa de Tus juicios, oh SEÑOR.
(Salmos 97:8)
esta es la palabra que el SEÑOR ha hablado contra él: "Te ha despreciado y se ha burlado de ti La virgen hija de Sion; Ha movido la cabeza a tus espaldas La hija de Jerusalén.
(Isaías 37:22)
Oh hija de Babilonia, la devastada, Bienaventurado el que te devuelva El pago con que nos pagaste.
(Salmos 137:8)
Oí al ángel de las aguas, que decía: "Justo eres Tú, el que eres, y el que eras, oh Santo, porque has juzgado estas cosas;
(Apocalipsis 16:5)
Al cuarto día se reunieron en el Valle de Beraca, porque allí bendijeron al SEÑOR. Por tanto llamaron aquel lugar el Valle de Beraca (de Bendición) hasta hoy.
(2 Crónicas 20:26)
Regocíjate sobre ella, cielo, y también ustedes, santos, apóstoles y profetas, porque Dios ha pronunciado juicio contra ella por ustedes."
(Apocalipsis 18:20)
Yo les ruego, oh hijas de Jerusalén, Por las gacelas o por las ciervas del campo, Que no levanten ni despierten a mi amor Hasta que quiera."
(Cantares 2:7)
¡Regocíjate sobremanera, hija de Sion! ¡Da voces de júbilo, hija de Jerusalén! Tu Rey viene a ti, Justo y dotado de salvación, Humilde, montado en un asno, En un pollino, hijo de asna.
(Zacarías 9:9)
¡Oh Señor! ¿Quién no temerá y glorificará Tu nombre? Pues sólo Tú eres santo; Porque TODAS LAS NACIONES VENDRAN Y ADORARAN EN TU PRESENCIA, Pues Tus justos juicios han sido revelados."
(Apocalipsis 15:4)
Después de esto oí como una gran voz de una gran multitud en el cielo, que decía: "¡Aleluya! La salvación y la gloria y el poder pertenecen a nuestro Dios,
(Apocalipsis 19:1)
Así perezcan todos Tus enemigos, oh SEÑOR. Pero sean los que Te aman como la salida del sol en toda su fuerza." Y el país tuvo descanso por cuarenta años.
(Jueces 5:31)
Pero Jesús, volviéndose a ellas, dijo: "Hijas de Jerusalén, no lloren por Mí; lloren más bien por ustedes mismas y por sus hijos.
(Lucas 23:28)
El justo se alegrará cuando vea la venganza, Se lavará los pies en la sangre de los impíos;
(Salmos 58:10)
Yo les ruego, oh hijas de Jerusalén, Por las gacelas o por las ciervas del campo, Que no levanten ni despierten a mi amor, Hasta que quiera."
(Cantares 3:5)
Su paladar es dulcísimo, Y todo él, deseable. Este es mi amado y éste es mi amigo, Hijas de Jerusalén."
(Cantares 5:16)