Echa mano del broquel y del escudo, Y levántate en mi ayuda.
(Salmos 35:2)
Empuña también la lanza y el hacha para enfrentarte a los que me persiguen; Dile a mi alma: "Yo soy tu salvación."
(Salmos 35:3)
Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida; Sean puestos en fuga y humillados los que traman el mal contra mí.
(Salmos 35:4)
Sean como paja delante del viento, Con el ángel del SEÑOR acosándolos.
Sea su camino tenebroso y resbaladizo, Con el ángel del SEÑOR persiguiéndolos.
(Salmos 35:6)
Porque sin causa me tendieron su red; Sin causa cavaron fosa para mi alma.
(Salmos 35:7)
Que venga destrucción sobre él sin darse cuenta, Y la red que él mismo tendió lo prenda, ¡Que caiga en esa misma destrucción!
(Salmos 35:8)
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Salmos 35:5 - Referencia Cruzada
Por la fe celebró la Pascua y el rociamiento de la sangre, para que el exterminador de los primogénitos no los tocara a ellos.
(Hebreos 11:28)
Las naciones rugen como el rugido de muchas aguas, Pero El las reprenderá y huirán lejos. Serán perseguidas como la paja de los montes delante del viento, Y como polvo de torbellino delante del vendaval.
(Isaías 17:13)
Por tanto, serán como niebla de la mañana, Y como rocío que pronto desaparece, Como paja aventada de la era, Y como humo de chimenea.
(Oseas 13:3)
No así los impíos, Que son como paja que se lleva el viento.
(Salmos 1:4)
El ángel de Dios que había ido delante del campamento de Israel, se apartó, e iba detrás de ellos. La columna de nube que había ido delante de ellos, se apartó, y se les puso detrás,
(Éxodo 14:19)
¿Son como paja delante del viento, Y como tamo que arrebata el torbellino?
(Job 21:18)
Oh Dios mío, ponlos como polvo en remolino; Como paja ante el viento.
(Salmos 83:13)
Pero la multitud de tus enemigos será como polvo fino, Y la multitud de los crueles como paja que se va volando; Sucederá en un instante, de repente.
(Isaías 29:5)
Al instante un ángel del Señor lo hirió, por no haber dado la gloria a Dios; y Herodes (Agripa I) murió comido de gusanos.
(Hechos 12:23)
Y salió el ángel del SEÑOR e hirió a 185,000 en el campamento de los Asirios. Cuando los demás se levantaron por la mañana, vieron que todos eran cadáveres.
(Isaías 37:36)