King James Version
I will love thee, O LORD, my strength.(Salmos 18:1)
The LORD is my rock, and my fortress, and my deliverer; my God, my strength, in whom I will trust; my buckler, and the horn of my salvation, and my high tower.(Salmos 18:2)
I will call upon the LORD, who is worthy to be praised: so shall I be saved from mine enemies.(Salmos 18:3)
The sorrows of death compassed me, and the floods of ungodly men made me afraid.
The sorrows of hell compassed me about: the snares of death prevented me.(Salmos 18:5)
In my distress I called upon the LORD, and cried unto my God: he heard my voice out of his temple, and my cry came before him, even into his ears.(Salmos 18:6)
Then the earth shook and trembled; the foundations also of the hills moved and were shaken, because he was wroth.(Salmos 18:7)

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Salmos 18:4 - Referencia Cruzada

In that same hour said Jesus to the multitudes, Are ye come out as against a thief with swords and staves for to take me? I sat daily with you teaching in the temple, and ye laid no hold on me. (Mateo 26:55)
When Pilate saw that he could prevail nothing, but that rather a tumult was made, he took water, and washed his hands before the multitude, saying, I am innocent of the blood of this just person: see ye to it. (Mateo 27:24)
The sorrows of death compassed me, and the pains of hell gat hold upon me: I found trouble and sorrow. (Salmos 116:3)
When the waves of death compassed me, the floods of ungodly men made me afraid; (2 Samuel 22:5)
And they that passed by reviled him, wagging their heads, (Mateo 27:39)
He is despised and rejected of men; a man of sorrows, and acquainted with grief: and we hid as it were our faces from him; he was despised, and we esteemed him not. (Isaías 53:3)
Then saith he unto them, My soul is exceeding sorrowful, even unto death: tarry ye here, and watch with me. (Mateo 26:38)
For dogs have compassed me: the assembly of the wicked have inclosed me: they pierced my hands and my feet. (Salmos 22:16)
And they shall be afraid: pangs and sorrows shall take hold of them; they shall be in pain as a woman that travaileth: they shall be amazed one at another; their faces shall be as flames. (Isaías 13:8)
Then the waters had overwhelmed us, the stream had gone over our soul: (Salmos 124:4)
And said, I cried by reason of mine affliction unto the LORD, and he heard me; out of the belly of hell cried I, and thou heardest my voice. (Jonás 2:2)
And while he yet spake, lo, Judas, one of the twelve, came, and with him a great multitude with swords and staves, from the chief priests and elders of the people. (Mateo 26:47)
And all the city was moved, and the people ran together: and they took Paul, and drew him out of the temple: and forthwith the doors were shut. (Hechos 21:30)
But we had the sentence of death in ourselves, that we should not trust in ourselves, but in God which raiseth the dead: (2 Corintios 1:9)
Many bulls have compassed me: strong bulls of Bashan have beset me round. (Salmos 22:12)
And he taketh with him Peter and James and John, and began to be sore amazed, and to be very heavy; (Marcus 14:33)