Nueva Biblia Latinoamericana
Expondría ante El mi causa, Llenaría mi boca de argumentos. (Job 23:4)
Aprendería yo las palabras que El me respondiera, Y entendería lo que me dijera. (Job 23:5)
¿Discutiría El conmigo con la grandeza de Su poder? No, ciertamente me prestaría atención. (Job 23:6)
Allí el justo razonaría con El, Y yo sería librado para siempre de mi Juez.
Me adelanto, pero El no está allí, Retrocedo, pero no Lo puedo percibir; (Job 23:8)
Cuando se manifiesta a la izquierda, no Lo distingo, Se vuelve a la derecha, y no Lo veo. (Job 23:9)
Pero El sabe el camino que tomo; Cuando me haya probado, saldré como el oro. (Job 23:10)

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Dr. Roberto Miranda
Espera al Señor pacientemente
Aprende a esperar pacientemente en Dios y mantener tu fe y confianza en Él, a pesar de las pruebas y dificultades que enfrentes. Sé fiel a Él y otros verán tu testimonio y confiarán en Dios.


Job 23:7 - Referencia Cruzada

Pero quiero hablarle al Todopoderoso (Shaddai), Y deseo argumentar con Dios. (Job 13:3)
Por tanto, ahora no hay condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu. (Romanos 8:1)
Vengan ahora, y razonemos," Dice el SEÑOR, "Aunque sus pecados sean como la grana, Como la nieve serán emblanquecidos. Aunque sean rojos como el carmesí, Como blanca lana quedarán. (Isaías 1:18)
Porque aunque yo tuviera razón, no podría responder; Tendría que implorar la misericordia de mi Juez. (Job 9:15)
Justo eres Tú, oh SEÑOR, cuando a Ti presento mi causa; En verdad asuntos de justicia voy a discutir contigo. ¿Por qué prospera el camino de los impíos Y viven en paz todos los que obran con perfidia? (Jeremías 12:1)
Ahora bien, sabemos que cuanto dice la Ley, lo dice a los que están bajo la Ley, para que toda boca se calle y todo el mundo sea hecho responsable ante Dios. (Romanos 3:19)
¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. (Romanos 8:33)
¿Guardará rencor para siempre? ¿Estará indignado hasta el fin?' Así has hablado, Pero has hecho lo malo, Y has hecho tu voluntad." (Jeremías 3:5)