Han abierto contra mí su boca, Con injurias me han abofeteado; A una se han juntado contra mí.
(Job 16:10)Dios me entrega a los impíos, Y me echa en manos de los malvados.
(Job 16:11)Estaba yo tranquilo, y El me sacudió, Me agarró por la nuca y me hizo pedazos; También me hizo Su blanco.
(Job 16:12)Me rodean Sus flechas, Parte mis riñones sin compasión, Derrama por tierra mi hiel.
Abre en mí brecha tras brecha; Me ataca como un guerrero.
(Job 16:14)Sobre mi piel he cosido cilicio, Y he hundido en el polvo mi poder (mi cuerno).
(Job 16:15)Mi rostro está enrojecido por el llanto, Y cubren mis párpados densa oscuridad,
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Job 16:13 - Referencia Cruzada
Al cual yo mismo contemplaré, Y a quien mis ojos verán y no los de otro. ¡Desfallece mi corazón dentro de mí!
(Job 19:27)El que no negó ni a Su propio Hijo, sino que Lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también junto con El todas las cosas?
(Romanos 8:32)El SEÑOR jamás querrá perdonarlo, sino que la ira del SEÑOR y Su celo arderán contra ese hombre, y toda maldición que está escrita en este libro caerá sobre él, y el SEÑOR borrará su nombre de debajo del cielo.
(Deuteronomio 29:20)Y si el impío no se arrepiente, El afilará Su espada; Tensado y preparado está Su arco.
(Salmos 7:12)Mis ojos se consumen por las lágrimas, Hierven mis entrañas; Mi hiel se derrama por tierra, A causa de la destrucción de la hija de mi pueblo (Jerusalén), Cuando niños y lactantes desfallecen En las calles de la ciudad.
(Lamentaciones 2:11)Por tanto, ¡vivo Yo!,' declara el Señor DIOS, 'que por haber profanado Mi santuario con todos tus ídolos detestables y con todas tus abominaciones, Yo me retiraré, Mi ojo no tendrá piedad y tampoco perdonaré.
(Ezequiel 5:11)Porque las flechas del Todopoderoso (Shaddai) están clavadas en mí, Cuyo veneno bebe mi espíritu; Contra mí se juntan los terrores de Dios.
(Job 6:4)Los arqueros lo atacaron con furor, Lo asaetearon y lo hostigaron;
(Génesis 49:23)La flecha lo traspasa y sale por su espalda, Y la punta relumbrante por su hiel. Vienen sobre él terrores,
(Job 20:25)Pero aún tengo consuelo, Y me regocijo en el dolor sin tregua, Que no he negado las palabras del Santo.
(Job 6:10)Tampoco perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, un predicador (heraldo) de justicia, con otros siete, cuando trajo el diluvio sobre el mundo de los impíos.
(2 Pedro 2:5)