Nueva Biblia Latinoamericana
Han abierto contra mí su boca, Con injurias me han abofeteado; A una se han juntado contra mí. (Job 16:10)
Dios me entrega a los impíos, Y me echa en manos de los malvados. (Job 16:11)
Estaba yo tranquilo, y El me sacudió, Me agarró por la nuca y me hizo pedazos; También me hizo Su blanco. (Job 16:12)
Me rodean Sus flechas, Parte mis riñones sin compasión, Derrama por tierra mi hiel.
Abre en mí brecha tras brecha; Me ataca como un guerrero. (Job 16:14)
Sobre mi piel he cosido cilicio, Y he hundido en el polvo mi poder (mi cuerno). (Job 16:15)
Mi rostro está enrojecido por el llanto, Y cubren mis párpados densa oscuridad, (Job 16:16)

Other publications related to "Job 16:13":

Samuel Acevedo
My God, why have you forsaken me?
The article discusses the concept of divine discomfort and how to deal with feeling abandoned by God. It emphasizes the importance of sending prayers and being attentive to signs from God amidst difficult situations.


Dr. Roberto Miranda
In the world you will have affliction
An article about how trials and suffering are inevitable for Gods children, and how to approach them with faith and trust in Gods plan. Written by Dr. Roberto Miranda.


Job 16:13 - Cross Reference

Al cual yo mismo contemplaré, Y a quien mis ojos verán y no los de otro. ¡Desfallece mi corazón dentro de mí! (Job 19:27)
El que no negó ni a Su propio Hijo, sino que Lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también junto con El todas las cosas? (Romans 8:32)
El SEÑOR jamás querrá perdonarlo, sino que la ira del SEÑOR y Su celo arderán contra ese hombre, y toda maldición que está escrita en este libro caerá sobre él, y el SEÑOR borrará su nombre de debajo del cielo. (Deuteronomy 29:20)
Y si el impío no se arrepiente, El afilará Su espada; Tensado y preparado está Su arco. (Psalm 7:12)
Mis ojos se consumen por las lágrimas, Hierven mis entrañas; Mi hiel se derrama por tierra, A causa de la destrucción de la hija de mi pueblo (Jerusalén), Cuando niños y lactantes desfallecen En las calles de la ciudad. (Lamentations 2:11)
Por tanto, ¡vivo Yo!,' declara el Señor DIOS, 'que por haber profanado Mi santuario con todos tus ídolos detestables y con todas tus abominaciones, Yo me retiraré, Mi ojo no tendrá piedad y tampoco perdonaré. (Ezekiel 5:11)
Porque las flechas del Todopoderoso (Shaddai) están clavadas en mí, Cuyo veneno bebe mi espíritu; Contra mí se juntan los terrores de Dios. (Job 6:4)
Hizo que penetraran en mis entrañas Las flechas de Su aljaba. (Lamentations 3:13)
Los arqueros lo atacaron con furor, Lo asaetearon y lo hostigaron; (Genesis 49:23)
La flecha lo traspasa y sale por su espalda, Y la punta relumbrante por su hiel. Vienen sobre él terrores, (Job 20:25)
Pero aún tengo consuelo, Y me regocijo en el dolor sin tregua, Que no he negado las palabras del Santo. (Job 6:10)
Tampoco perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, un predicador (heraldo) de justicia, con otros siete, cuando trajo el diluvio sobre el mundo de los impíos. (2 Peter 2:5)