Aunque tu principio haya sido insignificante, Con todo, tu final aumentará sobremanera.
(Job 8:7)Pregunta, te ruego, a las generaciones pasadas, Y considera las cosas escudriñadas por sus padres.
(Job 8:8)Porque nosotros somos de ayer y nada sabemos, Pues nuestros días sobre la tierra son como una sombra.
(Job 8:9)¿No te instruirán ellos y te hablarán, Y de sus corazones sacarán palabras?
¿Puede crecer el papiro sin cenagal? ¿Puede el junco crecer sin agua?
(Job 8:11)Estando aún verde y sin cortar, Con todo, se seca antes que cualquier otra planta.
(Job 8:12)Así son las sendas de todos los que se olvidan de Dios. Así perecerá la esperanza del impío,
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Job 8:10 - Referencia Cruzada
Las enseñarás diligentemente a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.
(Deuteronomio 6:7)El corazón del sabio enseña a su boca Y añade persuasión a sus labios.
(Proverbios 16:23)El hombre bueno de su buen tesoro saca cosas buenas; y el hombre malo de su mal tesoro saca cosas malas.
(Mateo 12:35)Enséñenlas a sus hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.
(Deuteronomio 11:19)Ahora pregunta a los animales, y que ellos te instruyan, Y a las aves de los cielos, y que ellas te informen.
(Job 12:7)Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia (perseverancia) la carrera que tenemos por delante,
(Hebreos 12:1)El corazón del prudente adquiere conocimiento, Y el oído del sabio busca el conocimiento.
(Proverbios 18:15)Yo pensé que los días hablarían, Y los muchos años enseñarían sabiduría.
(Job 32:7)Una generación alabará Tus obras a otra generación, Y anunciará Tus hechos poderosos.
(Salmos 145:4)Por la fe Abel ofreció a Dios un mejor sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó el testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y por la fe, estando muerto, todavía habla.
(Hebreos 11:4)