Antes de la destrucción el corazón del hombre es altivo, Pero a la gloria precede la humildad.
(Proverbios 18:12)
El que responde antes de escuchar, Cosecha necedad y vergüenza.
(Proverbios 18:13)
El espíritu del hombre puede soportar su enfermedad, Pero el espíritu quebrantado, ¿quién lo puede sobrellevar?
(Proverbios 18:14)
El corazón del prudente adquiere conocimiento, Y el oído del sabio busca el conocimiento.
La dádiva del hombre le abre camino Y lo lleva ante la presencia de los grandes.
(Proverbios 18:16)
Justo parece el primero que defiende su causa Hasta que otro viene y lo examina.
(Proverbios 18:17)
La suerte pone fin a los pleitos Y decide entre los poderosos.
(Proverbios 18:18)
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Proverbios 18:15 - Referencia Cruzada
Y si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que se la pida a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
(Santiago 1:5)
El corazón inteligente busca conocimiento, Pero la boca de los necios se alimenta de necedades.
(Proverbios 15:14)
Y otra parte cayó en tierra buena, y creció y produjo una cosecha a ciento por uno." Al hablar estas cosas, Jesús exclamaba: "El que tiene oídos para oír, que oiga."
(Lucas 8:8)
El sabio oirá y crecerá en conocimiento, Y el inteligente adquirirá habilidad,
(Proverbios 1:5)
Los sabios atesoran conocimiento, Pero la boca del necio es ruina cercana.
(Proverbios 10:14)
Compra la verdad y no la vendas, Adquiere sabiduría, instrucción e inteligencia.
(Proverbios 23:23)
Lo principal es la sabiduría; adquiere sabiduría, Y con todo lo que obtengas adquiere inteligencia.
(Proverbios 4:7)
Da instrucción al sabio, y será aún más sabio, Enseña al justo, y aumentará su saber.
(Proverbios 9:9)
Da, pues, a Tu siervo un corazón con entendimiento para juzgar a Tu pueblo y para discernir entre el bien y el mal. Pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo Tuyo tan grande?"
(1 Reyes 3:9)
Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; No te olvides ni te apartes de las palabras de mi boca.
(Proverbios 4:5)
Ella tenía una hermana que se llamaba María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba Su palabra.
(Lucas 10:39)
Mem. ¡Cuánto amo Tu ley! Todo el día es ella mi meditación.
(Salmos 119:97)
Desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús.
(2 Timoteo 3:15)