Nueva Biblia Latinoamericana
Para los Judíos fue día de luz y alegría, de gozo y gloria. (Ester 8:16)
En cada provincia, en cada ciudad y en todo lugar adonde llegaba el mandato del rey y su decreto había alegría y gozo para los Judíos, banquete y día festivo. Y muchos de entre los pueblos de la tierra se hicieron Judíos, porque había caído sobre ellos el temor de los Judíos. (Ester 8:17)
En el mes doce (es decir, el mes de Adar), el día trece cuando estaban para ejecutarse el mandato y edicto del rey, el mismo día que los enemigos de los Judíos esperaban obtener dominio sobre ellos, sucedió lo contrario, porque fueron los Judíos los que obtuvieron dominio sobre los que los odiaban. (Ester 9:1)
Se reunieron los Judíos en sus ciudades por todas las provincias del rey Asuero para echar mano a los que buscaban hacerles daño. Nadie podía oponérseles, porque el temor a ellos había caído sobre todos los pueblos.
Y todos los príncipes de las provincias, los sátrapas, los gobernadores y los que manejaban los negocios del rey ayudaron a los Judíos, porque el temor a Mardoqueo había caído sobre ellos. (Ester 9:3)
Mardoqueo era grande en la casa del rey, y su fama se había extendido por todas las provincias, porque Mardoqueo se engrandecía más y más. (Ester 9:4)
Los Judíos hirieron a todos sus enemigos a filo de espada, con matanza y destrucción; e hicieron lo que quisieron con los que los odiaban. (Ester 9:5)

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Ester 9:2 - Referencia Cruzada

y dijo a los hombres: "Sé que el SEÑOR les ha dado esta tierra, y que el terror de ustedes ha caído sobre nosotros, y que todos los habitantes del país se han acobardado ante ustedes. (Josué 2:9)
Sean avergonzados y consumidos los enemigos de mi alma; Sean cubiertos de afrenta y de ignominia los que procuran mi mal. (Salmos 71:13)
También mi lengua hablará de Tu justicia todo el día, Porque han sido avergonzados, porque han sido humillados, los que procuran mi mal. (Salmos 71:24)
Al continuar el viaje, hubo gran terror en las ciudades alrededor de ellos, y no persiguieron a los hijos de Jacob. (Génesis 35:5)
En cada provincia, en cada ciudad y en todo lugar adonde llegaba el mandato del rey y su decreto había alegría y gozo para los Judíos, banquete y día festivo. Y muchos de entre los pueblos de la tierra se hicieron Judíos, porque había caído sobre ellos el temor de los Judíos. (Ester 8:17)
En ellas el rey concedía a los Judíos que estaban en cada ciudad el derecho de reunirse y defender su vida, de destruir, de matar y de exterminar al ejército de cualquier pueblo o provincia que los atacara, incluso a niños y mujeres, y de saquear sus bienes, (Ester 8:11)
Quebrántense, pueblos, que serán destrozados; Presten oído, confines todos de la tierra. Prepárense, que serán destrozados; Prepárense, que serán destrozados. (Isaías 8:9)
los diez hijos de Amán, hijo de Hamedata, enemigo de los Judíos; pero no echaron mano a sus bienes. (Ester 9:10)
Enviaré Mi terror delante de ti, y llenaré de confusión a todo pueblo donde llegues; y haré que todos tus enemigos vuelvan la espalda ante ti. (Éxodo 23:27)
Pero Sehón, rey de Hesbón, no quiso dejarnos pasar por su tierra porque el SEÑOR tu Dios endureció su espíritu e hizo obstinado su corazón, a fin de entregarlo en tus manos, como lo está hoy. (Deuteronomio 2:30)
Porque fue la intención del SEÑOR endurecer el corazón de ellos, para que se enfrentaran en batalla con Israel, a fin de que fueran destruidos por completo, sin que tuviera piedad de ellos y los exterminara, tal como el SEÑOR había ordenado a Moisés. (Josué 11:20)
Los Judíos que se hallaban en Susa se reunieron también el día catorce del mes de Adar y mataron a 300 hombres en Susa, pero no echaron mano a sus bienes. (Ester 9:15)