Cuando los albañiles terminaron de echar los cimientos del templo del SEÑOR, se presentaron los sacerdotes en sus vestiduras, con trompetas, y los Levitas, hijos de Asaf, con címbalos, para alabar al SEÑOR conforme a las instrucciones del rey David de Israel.
(Esdras 3:10)
Y cantaban, alabando y dando gracias al SEÑOR: "Porque El es bueno, porque para siempre es Su misericordia sobre Israel." Y todo el pueblo aclamaba a gran voz alabando al SEÑOR porque se habían echado los cimientos de la casa del SEÑOR.
(Esdras 3:11)
Pero muchos sacerdotes y Levitas y jefes de casas paternas, que ya eran ancianos y que habían visto el primer templo, cuando se echaban los cimientos de este templo delante de sus ojos, lloraban en alta voz mientras muchos daban gritos de alegría.
(Esdras 3:12)
Así que el pueblo no podía distinguir entre el clamor de los gritos de alegría y el clamor del llanto del pueblo, porque el pueblo gritaba en voz alta, y se oía el clamor desde lejos.
Cuando se enteraron los enemigos de Judá y de Benjamín de que el pueblo del destierro estaba edificando un templo al SEÑOR, Dios de Israel,
(Esdras 4:1)
se presentaron ante Zorobabel y ante los jefes de casas paternas, y les dijeron: "Vamos a edificar con ustedes, porque, como ustedes, buscamos a su Dios, y le hemos estado ofreciendo sacrificios desde los días de Esar Hadón, rey de Asiria, que nos trajo aquí."
(Esdras 4:2)
Pero Zorobabel y Jesúa y los demás jefes de casas paternas de Israel les dijeron: "No tienen nada en común con nosotros para que juntos edifiquemos una casa a nuestro Dios, sino que nosotros unidos la edificaremos al SEÑOR, Dios de Israel, como nos ordenó el rey Ciro, rey de Persia."
(Esdras 4:3)
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Esdras 3:13 - Referencia Cruzada
Cuando ya se acercaba, junto a la bajada del Monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, regocijándose, comenzó a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que habían visto,
(Lucas 19:37)
Al oír Josué el ruido del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: "Hay gritos de guerra en el campamento."
(Éxodo 32:17)
Salmo de acción de gracias. Aclamen con júbilo al SEÑOR, toda la tierra.
(Salmos 100:1)
Y llamaron a aquel lugar Boquim (Llorones). Y allí ofrecieron sacrificio al SEÑOR.
(Jueces 2:5)
Aquel día ofrecieron gran cantidad de sacrificios y se regocijaron porque Dios les había dado mucha alegría, también las mujeres y los niños se regocijaron. El regocijo de Jerusalén se oía desde lejos.
(Nehemías 12:43)
voz de gozo y voz de alegría, la voz del novio y la voz de la novia, la voz de los que dicen: "Den gracias al SEÑOR de los ejércitos, Porque el SEÑOR es bueno, Porque para siempre es Su misericordia"; y de los que traen ofrenda de acción de gracias a la casa del SEÑOR. Porque restauraré el bienestar de esta tierra como fueron al principio,' dice el SEÑOR.
(Jeremías 33:11)
Luego todo el pueblo subió tras él. El pueblo tocaba flautas y se regocijaba con gran alegría, de modo que la tierra se estremecía con su sonido.
(1 Reyes 1:40)
¿Quién eres tú, oh gran monte? Ante Zorobabel, te convertirás en llanura; y él sacará la piedra clave entre aclamaciones de "¡Gracia, gracia a ella!"'"
(Zacarías 4:7)
Y aconteció que cuando el arca del pacto del SEÑOR entró al campamento, todo Israel gritó con voz tan fuerte que la tierra tembló.
(1 Samuel 4:5)
Y el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo han ungido rey en Gihón, y de allí han subido gozosos y se ha alborotado la ciudad. Este es el ruido que han oído.
(1 Reyes 1:45)
Pero alégrense todos los que en Ti se refugian; Para siempre canten con júbilo, Porque Tú los proteges; Regocíjense en Ti los que aman Tu nombre.
(Salmos 5:11)