Porque los hijos de la perversa Atalía habían forzado la entrada a la casa de Dios y aun habían usado para los Baales las cosas sagradas de la casa del SEÑOR.
(2 Crónicas 24:7)Entonces el rey, mandó que hicieran un cofre y lo colocaron afuera, junto a la puerta de la casa del SEÑOR.
(2 Crónicas 24:8)Y proclamaron en Judá y en Jerusalén que trajeran al SEÑOR la contribución que Moisés, siervo de Dios, impuso sobre Israel en el desierto.
(2 Crónicas 24:9)Todos los oficiales y todo el pueblo se regocijaron y trajeron sus contribuciones y las echaron en el cofre hasta llenarlo.
Y sucedía que siempre que el cofre era traído al oficial del rey por los Levitas, y cuando veían que había mucho dinero, entonces el escriba del rey y el oficial del sumo sacerdote venían, vaciaban el cofre, lo tomaban y lo volvían a su lugar. Así hacían diariamente y recogían mucho dinero.
(2 Crónicas 24:11)El rey y Joiada lo daban a los que hacían la obra del servicio de la casa del SEÑOR. Estos contrataron canteros y carpinteros para reparar la casa del SEÑOR, y también artífices en hierro y bronce para reparar la casa del SEÑOR.
(2 Crónicas 24:12)Los obreros hicieron su trabajo, y el trabajo de reparación progresó en sus manos, y restauraron la casa de Dios conforme a sus planos y la reforzaron.
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2 Crónicas 24:10 - Referencia Cruzada
Sales al encuentro del que se regocija en practicar la justicia, De los que se acuerdan de Ti en Tus caminos. Pero Te enojaste porque pecamos; Continuamos en los pecados por mucho tiempo, ¿Y seremos salvos?
(Isaías 64:5)vendían todas sus propiedades y sus bienes y los compartían con todos, según la necesidad de cada uno.
(Hechos 2:45)Pues en medio de una gran prueba de aflicción, abundó su gozo, y su profunda pobreza sobreabundó en la riqueza de su liberalidad.
(2 Corintios 8:2)Que cada uno dé como propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría.
(2 Corintios 9:7)Entonces el pueblo se alegró porque habían contribuido voluntariamente, porque de todo corazón hicieron su ofrenda al SEÑOR; y también el rey David se alegró en gran manera.
(1 Crónicas 29:9)