Todos los oficiales y todo el pueblo se regocijaron y trajeron sus contribuciones y las echaron en el cofre hasta llenarlo.
(2 Crónicas 24:10)Y sucedía que siempre que el cofre era traído al oficial del rey por los Levitas, y cuando veían que había mucho dinero, entonces el escriba del rey y el oficial del sumo sacerdote venían, vaciaban el cofre, lo tomaban y lo volvían a su lugar. Así hacían diariamente y recogían mucho dinero.
(2 Crónicas 24:11)El rey y Joiada lo daban a los que hacían la obra del servicio de la casa del SEÑOR. Estos contrataron canteros y carpinteros para reparar la casa del SEÑOR, y también artífices en hierro y bronce para reparar la casa del SEÑOR.
(2 Crónicas 24:12)Los obreros hicieron su trabajo, y el trabajo de reparación progresó en sus manos, y restauraron la casa de Dios conforme a sus planos y la reforzaron.
Cuando terminaron, trajeron el resto del dinero delante del rey y de Joiada; y lo convirtieron en utensilios para la casa del SEÑOR, utensilios para el ministerio y para el holocausto, y recipientes y utensilios de oro y de plata. Todos los días de Joiada ofrecieron continuamente holocaustos en la casa del SEÑOR.
(2 Crónicas 24:14)Joiada envejeció y murió a una edad muy avanzada. Tenía 130 años cuando murió.
(2 Crónicas 24:15)Lo sepultaron en la ciudad de David con los reyes, porque había hecho bien en Israel, a Dios y a Su templo.
(2 Crónicas 24:16)Otras publicaciones relacionadas con "2 Crónicas 24:13":
2 Crónicas 24:13 - Referencia Cruzada
Mi hijo Salomón," dijo David, "es joven y sin experiencia, y la casa que ha de edificarse al SEÑOR será de gran magnificencia, de renombre y de gloria por todas las tierras. Por tanto haré preparativos para ella." Así que David hizo grandes preparativos antes de su muerte.
(1 Crónicas 22:5)¿Quién ha quedado entre ustedes que haya visto este templo en su gloria primera? ¿Y cómo lo ven ahora? Tal como está, ¿no es como nada ante sus ojos?
(Hageo 2:3)Cuando Sanbalat, Tobías, los Arabes, los Amonitas y los de Asdod se enteraron que continuaba la reparación de las murallas de Jerusalén, que las brechas comenzaban a ser cerradas, se enojaron mucho.
(Nehemías 4:7)Cuando Jesús salía del templo, uno de Sus discípulos Le dijo: "Maestro, ¡mira qué piedras y qué edificios!"
(Marcus 13:1)