Nueva Biblia Latinoamericana
sino que has andado en el camino de los reyes de Israel, y has hecho que Judá y los habitantes de Israel se hayan prostituido como se prostituyó la casa de Acab, y también has matado a tus hermanos, tu propia familia, que eran mejores que tú, (2 Crónicas 21:13)
el SEÑOR herirá con gran azote a tu pueblo, a tus hijos, a tus mujeres y a todas tus posesiones; (2 Crónicas 21:14)
y tú sufrirás una grave enfermedad, una enfermedad de los intestinos, hasta que día tras día se te salgan a causa de la enfermedad.'" (2 Crónicas 21:15)
Entonces el SEÑOR movió contra Joram el espíritu de los Filisteos y de los Arabes que eran vecinos de los Etíopes;
los cuales subieron contra Judá y la invadieron, y se llevaron todas las posesiones que se hallaban en la casa del rey, y también a sus hijos y a sus mujeres, de modo que no le quedó más hijo que Joacaz, el menor de sus hijos. (2 Crónicas 21:17)
Después de todo esto, el SEÑOR hirió a Joram en los intestinos con una enfermedad incurable. (2 Crónicas 21:18)
Con el correr del tiempo, después de dos años, los intestinos se le salieron a causa de su enfermedad, y murió con grandes dolores. Su pueblo no le encendió una hoguera como la hoguera que habían encendido por sus padres. (2 Crónicas 21:19)

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2 Crónicas 21:16 - Referencia Cruzada

Si se toca la trompeta en la ciudad, ¿no temblará el pueblo? Si sucede una calamidad en la ciudad, ¿no la ha causado el SEÑOR? (Amós 3:6)
Entonces los habitantes de Jerusalén hicieron rey en su lugar a Ocozías (Joacaz), hijo menor de Joram, porque la banda de hombres que vinieron con los Arabes al campamento había matado a todos los hijos mayores. Por lo cual Ocozías, hijo de Joram, rey de Judá, comenzó a reinar. (2 Crónicas 22:1)
Algunos de los Filisteos trajeron presentes y plata como tributo a Josafat; también los Arabes le trajeron rebaños: 7,700 carneros y 7,700 machos cabríos. (2 Crónicas 17:11)
¡Ay de Asiria, vara de Mi ira Y báculo en cuyas manos está Mi indignación! (Isaías 10:5)
Ahora pues, ruego a mi señor el rey que escuche las palabras de su siervo. Si el SEÑOR lo ha movido a usted contra mí, que El acepte una ofrenda, pero si son hombres, malditos sean delante del SEÑOR, porque me han expulsado hoy para que yo no tenga parte en la heredad del SEÑOR, y me dicen: 'Ve, sirve a otros dioses.' (1 Samuel 26:19)
De nuevo la ira del SEÑOR se encendió contra Israel, y provocó a David contra ellos y dijo: "Ve, haz un censo de Israel y de Judá." (2 Samuel 24:1)
Dios lo ayudó contra los Filisteos, contra los Arabes que habitaban en Gurbaal y contra los Meunitas. (2 Crónicas 26:7)
En el primer año de Ciro, rey de Persia, para que se cumpliera la palabra del SEÑOR por boca de Jeremías, el SEÑOR movió el espíritu de Ciro, rey de Persia, y éste hizo proclamar por todo su reino y también por escrito: (Esdras 1:1)
Y el SEÑOR dijo a Salomón: "Porque has hecho esto, y no has guardado Mi pacto y Mis estatutos que te he ordenado, ciertamente arrancaré el reino de ti, y lo daré a tu siervo. (1 Reyes 11:11)
Entonces el SEÑOR levantó un adversario a Salomón, Hadad el Edomita; éste era de linaje real en Edom. (1 Reyes 11:14)
Dios también le levantó otro adversario a Salomón , a Rezón, hijo de Eliada, el cual había huido de su señor Hadad Ezer, rey de Soba; (1 Reyes 11:23)
Por eso el SEÑOR hizo venir contra ellos a los capitanes del ejército del rey de Asiria, que capturaron a Manasés con garfios, lo ataron con cadenas de bronce y lo llevaron a Babilonia. (2 Crónicas 33:11)
Entonces se levantaron los jefes de las casas paternas de Judá y de Benjamín, y los sacerdotes y los Levitas, y todos aquéllos cuyo espíritu Dios había movido a subir para edificar la casa del SEÑOR que está en Jerusalén. (Esdras 1:5)
Yo soy el SEÑOR, y no hay ningún otro; Fuera de Mí no hay Dios. Yo te fortaleceré, aunque no Me has conocido, (Isaías 45:5)