Y ellos le respondieron: "Si usted es bueno con este pueblo, les complace y les dice buenas palabras, entonces ellos serán sus siervos para siempre."
(2 Crónicas 10:7)
Pero él abandonó el consejo que le habían dado los ancianos, y pidió consejo a los jóvenes que se habían criado con él y le servían.
(2 Crónicas 10:8)
¿Qué aconsejan," les pregunto, "que respondamos a este pueblo que me ha hablado: 'Aligere el yugo que su padre puso sobre nosotros'?"
(2 Crónicas 10:9)
Y los jóvenes que se habían criado con él le respondieron: "Así dirá al pueblo que le ha hablado: 'Su padre hizo pesado nuestro yugo, pero usted hágalo más ligero para nosotros.' Así usted les dirá: 'Mi dedo meñique es más grueso que los lomos de mi padre.
Por cuanto mi padre los cargó con un pesado yugo, yo añadiré a su yugo; mi padre los castigó con látigos, pero yo los castigaré con escorpiones.'"
(2 Crónicas 10:11)
Entonces vino Jeroboam con todo el pueblo a Roboam al tercer día como el rey lo había dicho: 'Vuelvan a mí al tercer día.'
(2 Crónicas 10:12)
El rey les respondió con dureza, pues el rey Roboam había despreciado el consejo de los ancianos,
(2 Crónicas 10:13)
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2 Crónicas 10:10 - Referencia Cruzada
No vale sabiduría, ni entendimiento, Ni consejo, ante el SEÑOR.
(Proverbios 21:30)
Y Husai dijo a Absalón: "Esta vez el consejo que Ahitofel ha dado no es bueno."
(2 Samuel 17:7)
Todo hombre prudente obra con conocimiento, Pero el necio ostenta necedad.
(Proverbios 13:16)
El orgullo del hombre lo humillará, Pero el de espíritu humilde obtendrá honores.
(Proverbios 29:23)
Los sabios atesoran conocimiento, Pero la boca del necio es ruina cercana.
(Proverbios 10:14)
No son más que necios los príncipes de Zoán. El consejo de los más sabios consejeros de Faraón se ha vuelto torpe. ¿Cómo dicen a Faraón: 'Yo soy hijo de los sabios, hijo de los antiguos reyes?'
(Isaías 19:11)
Y los jóvenes que se habían criado con él le respondieron: "Así dirá a este pueblo que le dijo: 'Su padre hizo pesado nuestro yugo; pero usted hágalo más ligero para nosotros.' Así les hablará: 'Mi dedo meñique es más grueso que los lomos de mi padre.
(1 Reyes 12:10)
El hombre arrogante provoca rencillas, Pero el que confía en el SEÑOR prosperará.
(Proverbios 28:25)
Los labios del necio provocan riña, Y su boca llama a los golpes.
(Proverbios 18:6)
El sabio teme y se aparta del mal, Pero el necio es arrogante y descuidado.
(Proverbios 14:16)