Nueva Biblia Latinoamericana
El rey hizo la plata y el oro tan común en Jerusalén como las piedras, e hizo los cedros tan abundantes como los sicómoros en el llano. (2 Crónicas 1:15)
Los caballos de Salomón eran importados de Egipto y de Coa, y los mercaderes del rey los adquirían de Coa por cierto precio. (2 Crónicas 1:16)
Y se importaba un carro de Egipto por 600 siclos (6.84 kilos) de plata, y un caballo por 150 y de la misma manera los exportaban a todos los reyes de los Hititas y a los reyes de Aram. (2 Crónicas 1:17)
Y Salomón decidió edificar una casa al nombre del SEÑOR, y un palacio real para sí.
Y designó Salomón 70,000 hombres para llevar cargas, 80,000 para labrar piedra en los montes y 3,600 para dirigirlos. (2 Crónicas 2:2)
Entonces Salomón envió un mensaje a Hiram, rey de Tiro, diciendo: "Haz conmigo como hiciste con mi padre David, enviándole cedros para edificarle una casa donde habitar. (2 Crónicas 2:3)
Voy a edificar una casa al nombre del SEÑOR mi Dios, para consagrársela, para quemar incienso aromático delante de El, para colocar continuamente los panes de la proposición y para ofrecer holocaustos por la mañana y por la tarde, en los días de reposo, en las lunas nuevas y en las fiestas señaladas del SEÑOR nuestro Dios; esto será ordenanza perpetua en Israel. (2 Crónicas 2:4)

Otras publicaciones relacionadas con "2 Crónicas 2:1":

Dr. Roberto Miranda
II Crónicas 29
La historia de Israel en los libros de Samuel, Reyes y Crónicas provee modelos de vida y enseñanzas espirituales. El rey Ezequías es un ejemplo de un hombre recto y con pasión por Dios que fue prosperado. El fundamento de la vida de una persona y de una nación debe ser espiritual. El avivamiento en Estados Unidos debe comenzar por la casa de Dios y por una determinación firme de seguir al Señor en integridad y pasión. El avivamiento vendrá cuando nos apasionemos por Dios y lo amemos por encima de todo.


Dr. Roberto Miranda
Al mitad del camino
En este artículo, el pastor Roberto Miranda habla sobre el proceso de transporte y conquista del pueblo de Dios en la tierra prometida, y cómo es necesario reconocer la tierra antes de entrar en ella. También comparte sobre el proyecto de construcción de la iglesia y la importancia de tener recursos financieros para completarlo, animando a la congregación a renovar su compromiso de dar y tener una mentalidad de suficiencia.


2 Crónicas 2:1 - Referencia Cruzada

Si no cuidas de poner en práctica todas las palabras de esta ley que están escritas en este libro, temiendo (reverenciando) este nombre glorioso y temible, el SEÑOR tu Dios, (Deuteronomio 28:58)
Pero el SEÑOR dijo a mi padre David: 'Por cuanto tuviste en tu corazón edificar una casa a Mi nombre, bien hiciste en desearlo en tu corazón. (1 Reyes 8:18)
El edificará una casa a Mi nombre, y él será Mi hijo y Yo seré su padre; y estableceré el trono de su reino sobre Israel para siempre.' (1 Crónicas 22:10)
Ahora el SEÑOR ha cumplido la palabra que había dicho, pues yo me he levantado en lugar de mi padre David y me he sentado en el trono de Israel, como el SEÑOR prometió, y he edificado la casa al nombre del SEÑOR, Dios de Israel. (1 Reyes 8:20)
Ustedes, pues, oren de esta manera: 'Padre nuestro que estás en los cielos, Santificado sea Tu nombre. (Mateo 6:9)
Por tanto, pienso edificar una casa al nombre del SEÑOR mi Dios, como el SEÑOR habló a mi padre David: 'Tu hijo, a quien pondré sobre el trono en tu lugar, él edificará la casa a Mi nombre.' (1 Reyes 5:5)
Y sucedió que cuando Salomón había acabado de edificar la casa del SEÑOR, la casa del rey y todo lo que Salomón deseaba hacer, (1 Reyes 9:1)
Salomón edificó su propia casa (su palacio), y en trece años la terminó toda. (1 Reyes 7:1)
entonces sucederá que al lugar que el SEÑOR, su Dios, escoja para morada de Su nombre, allí traerán todo lo que yo les mando: sus holocaustos y sus sacrificios, sus diezmos y la ofrenda alzada de su mano, y todo lo más selecto de sus ofrendas votivas que han prometido al SEÑOR. (Deuteronomio 12:11)
sino que buscarán al SEÑOR en el lugar en que el SEÑOR su Dios escoja de todas sus tribus, para poner allí Su nombre para Su morada, y allí ustedes irán. (Deuteronomio 12:5)