Nueva Biblia Latinoamericana
y no dará a ninguno de ellos nada de la carne de sus hijos que se comerá, ya que no le quedará nada en el asedio y en la angustia con que tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades. (Deuteronomio 28:55)
La mujer tierna y delicada en medio tuyo, que no osaría poner la planta de su pie en tierra por ser delicada y tierna, será hostil hacia el esposo que ama, también hacia su hijo, hacia su hija, (Deuteronomio 28:56)
hacia la placenta que salga de su seno y hacia los hijos que dé a luz; porque se los comerá en secreto por falta de otra cosa, en el asedio y en la angustia con que tu enemigo te oprimirá en tus ciudades. (Deuteronomio 28:57)
Si no cuidas de poner en práctica todas las palabras de esta ley que están escritas en este libro, temiendo (reverenciando) este nombre glorioso y temible, el SEÑOR tu Dios,
entonces el SEÑOR hará horribles tus plagas y las plagas de tus descendientes, plagas severas y duraderas, y enfermedades perniciosas y crónicas. (Deuteronomio 28:59)
Y traerá de nuevo sobre ti todas las enfermedades de Egipto de las cuales tenías temor, y no te dejarán. (Deuteronomio 28:60)
También el SEÑOR traerá sobre ti toda enfermedad y toda plaga que no están escritas en el libro de esta ley, hasta que seas destruido. (Deuteronomio 28:61)

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Deuteronomio 28:58 - Referencia Cruzada

No temas, porque Yo estoy contigo; No te desalientes, porque Yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, Sí, te sostendré con la diestra de Mi justicia. (Isaías 41:10)
Y dijo Dios a Moisés: "YO SOY EL QUE SOY," y añadió: "Así dirás a los Israelitas: 'YO SOY me ha enviado a ustedes.'" (Éxodo 3:14)
Para que sepan que sólo Tú, que Te llamas el SEÑOR, Eres el Altísimo sobre toda la tierra. (Salmos 83:18)
Dios continuó hablando a Moisés, y le dijo: "Yo soy el SEÑOR. (Éxodo 6:2)
Han mentido acerca del SEÑOR Y dijeron: "El no existe . Ninguna calamidad vendrá sobre nosotros, Y no veremos ni espada ni hambre. (Jeremías 5:12)
¿Robarán, matarán, cometerán adulterio, jurarán falsamente, ofrecerán sacrificios a Baal y andarán en pos de otros dioses que no habían conocido? (Jeremías 7:9)
Entonces los Levitas, Jesúa, Cadmiel, Bani, Hasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petaías, dijeron: "Levántense, bendigan al SEÑOR su Dios por siempre y para siempre. Sea bendito Tu glorioso nombre Y exaltado sobre toda bendición y alabanza. (Nehemías 9:5)
Pero sucederá que si no obedeces al SEÑOR tu Dios, y no guardas todos Sus mandamientos y estatutos que hoy te ordeno, vendrán sobre ti todas estas maldiciones y te alcanzarán: (Deuteronomio 28:15)
Pero si ustedes no Me obedecen y no ponen por obra todos estos mandamientos, (Levítico 26:14)
Temerás (Reverenciarás) sólo al SEÑOR tu Dios; y a El adorarás (servirás) y jurarás por Su nombre. (Deuteronomio 6:13)
¡Maldito sea el engañador que tiene un macho en su rebaño, y lo promete, pero sacrifica un animal dañado al Señor! Porque Yo soy el Gran Rey," dice el SEÑOR de los ejércitos "y Mi nombre es temido (reverenciado) entre las naciones." (Malaquías 1:14)
El SEÑOR descendió en la nube y estuvo allí con él, mientras éste invocaba el nombre del SEÑOR. (Éxodo 34:5)
Oye, pueblo Mío, y hablaré; Israel, Yo testificaré contra ti. Yo soy Dios, tu Dios. (Salmos 50:7)
Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre (de la esclavitud). (Éxodo 20:2)
Pues conocemos a Aquél que dijo: "MIA ES LA VENGANZA, YO PAGARE." Y otra vez: "EL SEÑOR JUZGARA A SU PUEBLO." (Hebreos 10:30)
Yo soy el SEÑOR, ése es Mi nombre; Mi gloria a otro no daré, Ni Mi alabanza a imágenes talladas. (Isaías 42:8)
Bendito sea Su glorioso nombre para siempre, Sea llena de Su gloria toda la tierra. Amén y amén. (Salmos 72:19)
No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; más bien teman a Aquél que puede hacer perecer tanto el alma como el cuerpo en el infierno. (Mateo 10:28)
Por lo cual, puesto que recibimos un reino que es inconmovible, demostremos (tengamos) gratitud, mediante la cual ofrezcamos a Dios un servicio aceptable con temor y reverencia; (Hebreos 12:28)
Pero no Me escucharon ni inclinaron su oído, sino que fueron tercos e hicieron peor que sus padres. (Jeremías 7:26)