Aquel día el rey consagró la parte central del atrio que estaba delante de la casa del SEÑOR, pues allí ofreció el holocausto, la ofrenda de cereal y la grasa de las ofrendas de paz; porque el altar de bronce que estaba delante del SEÑOR era demasiado pequeño para contener el holocausto, la ofrenda de cereal y la grasa de las ofrendas de paz.
(1 Reyes 8:64)Así Salomón celebró la fiesta en aquella ocasión, y todo Israel con él, una gran asamblea desde la entrada de Hamat hasta el torrente de Egipto, delante del SEÑOR nuestro Dios, por siete días y siete días más, o sea catorce días.
(1 Reyes 8:65)Al octavo día despidió al pueblo. Ellos bendijeron al rey, y se fueron a sus tiendas gozosos y alegres de corazón por todo el bien que el SEÑOR había mostrado a Su siervo David y a Su pueblo Israel.
(1 Reyes 8:66)Y sucedió que cuando Salomón había acabado de edificar la casa del SEÑOR, la casa del rey y todo lo que Salomón deseaba hacer,
el SEÑOR se apareció a Salomón por segunda vez, tal como se le había aparecido en Gabaón.
(1 Reyes 9:2)Y el SEÑOR le dijo: "He oído tu oración y tu súplica que has hecho delante de Mí; he consagrado esta casa que has edificado, poniendo allí Mi nombre para siempre. En ella estarán Mis ojos y Mi corazón perpetuamente.
(1 Reyes 9:3)Y en cuanto a ti, si andas delante de Mí como anduvo tu padre David, en integridad de corazón y en rectitud, haciendo conforme a todo lo que te he mandado, y guardas Mis estatutos y Mis ordenanzas,
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1 Reyes 9:1 - Referencia Cruzada
(Hiram, rey de Tiro, había proporcionado a Salomón maderas de cedro y de ciprés y oro conforme a todo su deseo) que el rey Salomón dio a Hiram veinte ciudades en la tierra de Galilea.
(1 Reyes 9:11)Así acabó Salomón la casa del SEÑOR y el palacio del rey, y llevó a cabo todo lo que se había propuesto hacer en la casa del SEÑOR y en su palacio.
(2 Crónicas 7:11)Y de todo cuanto mis ojos deseaban, nada les negué, ni privé a mi corazón de ningún placer, porque mi corazón gozaba de todo mi trabajo. Esta fue la recompensa de toda mi labor.
(Eclesiastés 2:10)En el cuarto año, en el mes de Zif, se echaron los cimientos de la casa del SEÑOR,
(1 Reyes 6:37)Mejor es lo que ven los ojos que lo que el alma desea. También esto es vanidad y correr tras el viento.
(Eclesiastés 6:9)Engrandecí mis obras, me edifiqué casas, me planté viñas;
(Eclesiastés 2:4)Así fue terminada toda la obra que el rey Salomón hizo en la casa del SEÑOR. Y Salomón trajo las cosas consagradas por su padre David, es decir, la plata, el oro y los utensilios, y los puso en los tesoros de la casa del SEÑOR.
(1 Reyes 7:51)y todas las ciudades de almacenaje que Salomón tenía, y las ciudades de sus carros y las ciudades para sus hombres de a caballo, y todo lo que Salomón quiso edificar en Jerusalén, en el Líbano y en toda la tierra de su dominio.
(1 Reyes 9:19)