Tenemos que salir de nuestra zona de comfort
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
La mujer cirofenicia es un ejemplo de cómo una persona desesperada puede cambiar la agenda de Dios al tener fe y ser atrevida en su acercamiento a Él. A Dios no le complace la gente cómoda y formal, sino aquellos que se arriesgan a buscarle con fervor. La mujer cirofenicia era pagana pero había oído hablar del poder y la misericordia de Jesucristo, y por eso se acercó a Él para pedirle ayuda para su hija enferma. Esta mujer cambió la agenda de Jesús al interponer su corazón en su camino, y lo mismo hizo la mujer con el flujo de sangre al tocar el borde del manto de Jesús cuando Él iba a sanar a la hija de Jairo. Ambas mujeres demostraron fe y valentía al acercarse a Jesús, y esto es lo que Dios honra y responde.
La mujer cirofenicia es un ejemplo de una persona desesperada que se acercó a Jesús con fe imperfecta pero dispuesta a hacer lo que fuera necesario para recibir la ayuda que necesitaba. Aunque no era de la tribu de Israel ni conocía completamente la teología de Jesús, ella había oído hablar de Él y creía que Él tenía poder y misericordia. La Escritura la honra por su valentía y persistencia en buscar la ayuda de Jesús. La historia también ilustra cómo la gente puede afectar los planes de Dios con su fe y determinación. Dios no hace acepción de personas y atiende a todos los que vienen a Él con fe y humildad, independientemente de su género, posición social o conocimiento bíblico.
En este pasaje de la Biblia, una mujer cuya hija estaba endemoniada buscó a Jesús para que la sanara. A pesar de no estar en la agenda de Jesús, ella se metió y se postró a sus pies, rogando que Él echara fuera el demonio de su hija. A pesar de la fe imperfecta de la mujer, ella había oído hablar de Jesús y creía en su poder. Jesús la probó al principio, diciéndole que no era correcto tomar el pan de los hijos y echárselo a los perros, pero la mujer insistió y Jesús finalmente sanó a su hija. La lección aquí es que debemos tener una fe aguerrida e insistente en nuestras oraciones, y que Dios puede responder incluso cuando parece que estamos lejos de Su Voluntad.
La historia de la mujer cirofenicia muestra cómo la fe y la determinación pueden mover el corazón de Dios. Aunque inicialmente Jesús la rechazó, ella persistió y usó un argumento astuto para convencerlo de que sanara a su hija. Esta historia demuestra que Dios puede bendecir y responder a aquellos que claman a él, incluso si parecen estar lejos de su voluntad. Además, es importante orar con la Palabra de Dios y usar argumentos legales para amarrar a Dios. La fe en Dios puede llevar a la liberación y la sanación.Quiero afirmar las declaraciones que hemos hecho en oración y esa apelación que hemos hecho al Señor aquí en esta tarde desesperada y atrevida, puedo decirlo así. En algún momento en mi oración me salió la mujer cirofenicia y sentí afirmar el espíritu de esa mujer, y recordar lo que hay detrás de ese texto de la Escritura que se encuentra en Marcos capítulo 7 en el versículo 24, y animarnos a todos nosotros a ser atrevidos delante de Dios.
El Señor dice que vengamos confiadamente ante el Trono de la gracia; a veces hay que venir al Señor desesperadamente, hay que venir al Señor como un último y primer recurso, hay que venir a Dios como vinieron esos seres que vemos en la Escritura registrados como: “¡Señor, hijo de David ten misericordia de mí!” y la gente le decía: cállate que el Señor no tiene eso en agenda, pero Bartimeo gritaba más duro todavía hasta que el Señor se detuvo, lo trajo a Su Presencia y lo sanó, y él se fue cargando su sábana que usaba de seguridad como tienen a veces los homeless, sus bultos y sus cosas allí, la sábana que usaba un ciego o un mendigo para sentarse es como la casa, y esa sábana que lo había sostenido a él ahora él se la lleva encima como declaración del Dios que lo ha liberado para que pueda ver, él dejó su manto de seguridad, lo dejó para venir ante el Señor y recibir sanidad de Dios, y a veces nosotros tenemos que ser así.