El poder de nuestras palabras
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
En esta meditación, se habla del poder de las palabras y la importancia de ser conscientes de que las palabras no son neutrales, sino que pueden sanar o enfermar, operar o matar. Se destaca la importancia de modular nuestra conversación, hablar con palabras agradables y enunciarlas, y de ser respetuosos en nuestras relaciones interpersonales. También se enfatiza la relevancia de encontrar momentos de silencio y quietud, ya que los ambientes y las palabras que procesamos afectan nuestro estado espiritual. Se cita Proverbios 18:20-21 y se menciona el texto de Santiago en el capítulo 3, que habla del poder de la lengua. En resumen, nuestras palabras y nuestros silencios importan y debemos medir nuestras palabras como un recurso precioso.
Las palabras que decimos tienen un gran impacto en nuestro estado espiritual y emocional. Por lo tanto, debemos medir nuestras palabras y ser conscientes de cómo afectan a los demás. Las palabras también tienen un poder creativo, y Dios creó el mundo por medio de Su Palabra. Como hijos de Dios, también tenemos ese poder, y nuestras palabras tienen un peso. Por lo tanto, debemos tener cuidado con lo que decimos y cómo lo decimos, y tratar de hablar positivamente para cambiar nuestras actitudes negativas.
En este sermón, el pastor Miranda habla sobre el poder de las palabras y cómo pueden afectar nuestras vidas. Dice que como hijos de Dios, nuestras palabras tienen peso y debemos tener cuidado de lo que decimos. También enfatiza la importancia de hablar positivamente, incluso si no refleja nuestros verdaderos sentimientos, y cómo esto puede cambiar nuestras actitudes y comportamientos. Además, sugiere algunas aplicaciones prácticas, como bendecir a nuestros hijos, hablar positivamente acerca de los demás y expresar gratitud a Dios. Finalmente, cita Jeremías 1:4 al 9 y destaca cómo Jeremías dijo "no sé hablar" cuando Dios le habló de su gran propósito para él, lo que muestra cómo las palabras pueden limitarnos.
En Jeremías 1:5-10, Dios habla con Jeremías y le dice que lo santificó, lo preparó y lo creó antes de la creación del mundo para ser un profeta a las naciones. Jeremías duda de sí mismo y le dice a Dios que no sabe hablar porque es un niño, pero Dios le dice que no tema y que Él pondrá Sus palabras en su boca. Dios le dice a Jeremías que lo ha puesto sobre naciones y reinos para arrancar, destruir, arruinar, derribar, edificar y plantar. El poder de la confesión está en nuestras palabras, podemos crear, edificar, arruinar, plantar, sanar, bendecir y dar vida. Debemos ser cuidadosos y dulces en la forma en que hablamos, y usar nuestras palabras sabiamente. Recibimos nuevas fuerzas para la transformación personal y debemos creer y hablar las bendiciones que Dios nos ha entregado.Prepare su corazón ahora para recibir una impartición de la vida de Dios a través de las palabras específicamente, quiero hablar acerca de eso, de el poder de nuestras palabras, el poder de la boca, el poder de las palabras para bendecir o para maldecir, para retrasar o para avanzar nuestras jornadas, nuestras trayectorias espirituales, el poder de las palabras ¿amén?
Esto está en línea con esta serie de meditaciones que hemos estado llevando a cabo últimamente. Como ustedes recuerdan he reiniciado esa serie que pospusimos por un tiempo sobre salud emocional y sanidad emocional espiritual, cómo vivir vidas sanas saludables, cómo ser sanadores sanos porque muchas veces en el Reino de Dios queremos bendecir a los demás, evangelizarlos, hablarles de la Palabra de Dios pero nosotros mismos hay áreas que no hemos tratado sin darnos cuenta a veces o no sabiendo cómo podemos salir de los atolladeros en que nos encontramos y la Palabra del Señor tiene gran consejo para todos nosotros acerca de cómo vivir vidas victoriosas, cómo vivir vidas saludables, y cómo sanarnos de las deformaciones inevitables de este mundo caído.