Tenemos que estar siempre buscando fresca unción
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
Saúl, un hombre lleno de defectos, recibió la infusión del Espíritu Santo. En su primera comparecencia pública, se escondió detrás de las maletas por temor a la multitud, lo que indica que por sí solo no habría podido desempeñar la tarea que Dios tenía para él. Es como aprender a montar bicicleta, una vez que aprendes a mantenerte erguido, debes desarrollar la capacidad y aprender a usarla. Saúl necesitaba desarrollar la capacidad de moverse con soltura en el Espíritu Santo, ya que tendría que tomar decisiones que afectarían a toda la nación, y ser un líder militar que concibiera estrategias y liberara al pueblo de Israel. En el capítulo 11 de Primero de Samuel, Dios comienza a activar las cosas en la vida de Saúl. Cuando Saúl oye que Israel está en un gran aprieto, el Espíritu del Señor cae sobre él, activando sus dotaciones y experimenta una ira santa, dando una orden para crear un gran ejército que venza a los amonitas que están amenazando al pueblo de Israel. Aprendemos que cuando vengan situaciones difíciles, tenemos que pedir la fresca unción del Espíritu Santo y creer que Dios activará su poder en nosotros.Saúl es un hombre imperfecto, lleno de defectos y aparentemente tímido. Después que Saúl recibe la infusión del Espíritu Santo en su vida, cuando Samuel lo quiere presentar ante el pueblo de Israel, Saúl está escondido detrás de las maletas, detrás de algunas cosas que estaban allí en almacenaje porque tenía temor de presentarse ante esta gran multitud de personas.
Lo cual indica algo, de que Saúl por sí solo no hubiera podido sido capaz de desempeñar la tarea tan grande que Dios tenía para él. Era como sacar a alguien del total anonimato y ponerlo de momento en el ojo nacional, y era un salto demasiado grande que sólo podía ser atravesado precisamente por medio de ese Espíritu de Dios que estaba dentro de él.