Sin reservas, sin retorno y sin nada que lamentar
Igna de Suárez(Audio: Español)
RESUMEN:
En este mensaje, se habla sobre la importancia de vivir una vida cristiana sin reservas, sin retorno y sin nada que lamentar. El Apóstol Pablo utiliza la figura de las carreras en el estadio para compararla con la vida cristiana y nos exhorta a correr la carrera de tal manera que podamos obtener el premio. Esto implica una disciplina en nuestra vida y una entrega total a Dios, sin reservas. La historia de William Burten, un joven millonario que entregó toda su herencia para la extensión del Reino de Dios, ejemplifica esta entrega total. También se menciona la importancia de tener modelos y liderazgo santo en la iglesia, así como la tristeza por la superficialidad y falta de disciplina en la vida cristiana de hoy en día.
La vida cristiana es sin reservas y sin retorno. Debemos entregarle todas las llaves a Dios y caminar hacia adelante sin mirar hacia atrás. No podemos retroceder en nuestra fe y debemos seguir adelante hacia la meta que Dios tiene para nosotros. Lot's wife miró atrás y se convirtió en una estatua de sal, pero nosotros debemos seguir adelante sin reservas y sin retorno.
El mensaje se enfoca en la importancia de vivir una vida cristiana sin reservas, sin retorno y sin nada que lamentar. Se mencionan ejemplos de personas que vivieron así, como Elías, Eliseo, William Burten y Samuel. Se destaca la importancia de ser modelos de vida para las generaciones que vienen detrás y de terminar bien la carrera cristiana. Se menciona la partida de Antonia, una mujer que vivió sin reservas, sin retorno y sin nada que lamentar.
En este discurso, el orador habla sobre la vida de Antonia, una mujer que vivió sin reservas y sin nada que lamentar. El orador hace un llamado a la audiencia para que rindan todas sus llaves y entreguen todas las áreas de sus vidas a Dios. También les insta a caminar sin retorno y sin mirar atrás, como Antonia lo hizo. El orador cierra con una palabra profética para el Dr. Miranda, diciéndole que Dios lo ha llamado a ser un guardián de las puertas de la ciudad y un mensajero de justicia y verdad. También le dice que habrá nuevos tiempos y estaciones y que Dios lo guiará en su liderazgo.¡Aleluya! Primera de Corintios 9:24 al 27. Estábamos orando con Susan, cuál era la palabra que cada una tenía que traer. Esta es una palabra que el Señor me dio hace poco y que ha ardido en mi corazón y creo que es una palabra que el Señor quiere que comparta en este primer servicio.
Primera de Corintios 9:24 al 27. “¿No sabéis que los que corren en el estadio todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha de todo se abstiene. Ellos a la verdad para recibir una corona corruptible, pero nosotros una incorruptible. Así que yo de esta manera corro, no como a la aventura, de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.”