No es cómo empezaste, es cómo termines
Lilian Gutierrez
(Audio: Español)
RESUMEN: La pastora Lilian Gutiérrez habla sobre la importancia de tener un corazón alegre y de gozarse en el Señor, incluso en medio de las tribulaciones y problemas de la vida. Destaca la importancia de no ser tontos o dejar que le quiten las bendiciones, sino ser fuertes y tener integridad como lo fue Jesús. También menciona que estamos en los últimos días y que el Señor está derramando su espíritu sobre toda carne. En el libro de Eclesiastés, el versículo 11-12 destaca que no es cómo se empieza una carrera, sino cómo se termina. La pastora exhorta a los hermanos a correr la carrera de la fe hasta el final para la gloria de Cristo.
El libro de Eclesiastés cuestiona todos los aspectos de la vida y nos hace reflexionar sobre la vanidad de todo lo temporal. La vida está llena de sorpresas y no sabemos lo que el futuro nos depara, por lo que debemos vivir confiando en el Señor y no por nuestras propias fuerzas. La carrera espiritual no es para aquellos que son naturalmente rápidos o fuertes, sino para aquellos que temen a Dios y guardan sus mandamientos. Debemos correr la carrera mirando solamente al premio que está al final, sin distraernos con los demás corredores. La batalla espiritual no es física, sino contra potestades, principios y huestes celestiales. Debemos estar determinados a seguir adelante en Cristo Jesús y no desviarnos del camino.
El mensaje habla sobre cómo el Señor pelea nuestras batallas y suple nuestras necesidades. También nos anima a perseverar en nuestra carrera en Cristo, a pesar de los obstáculos que puedan surgir. El orador menciona la importancia de depender de la gracia de Dios y de crucificar nuestras pasiones naturales para seguir corriendo la carrera. También hace referencia a la historia de un hombre que pasó de estar viviendo en la calle a convertirse en el neurocirujano número uno del mundo, gracias a la gracia de Dios. Finalmente, hace un llamado a estar alerta a los tiempos difíciles y a mantenernos firmes en nuestra fe.
El discurso habla sobre la importancia de seguir adelante en la vida, sin importar los obstáculos. El orador comparte la historia de su padre, que a pesar de tener 90 años y múltiples problemas de salud, sigue adelante gracias a su determinación y disposición. El orador anima a la audiencia a pelear y correr la carrera de la vida hasta el final, y a confiar en la gracia de Dios para lograrlo. También invita a aquellos que todavía no han tenido una experiencia con Cristo a comenzar su carrera con él y se alegra por aquellos que toman esa decisión.
El libro de Eclesiastés cuestiona todos los aspectos de la vida y nos hace reflexionar sobre la vanidad de todo lo temporal. La vida está llena de sorpresas y no sabemos lo que el futuro nos depara, por lo que debemos vivir confiando en el Señor y no por nuestras propias fuerzas. La carrera espiritual no es para aquellos que son naturalmente rápidos o fuertes, sino para aquellos que temen a Dios y guardan sus mandamientos. Debemos correr la carrera mirando solamente al premio que está al final, sin distraernos con los demás corredores. La batalla espiritual no es física, sino contra potestades, principios y huestes celestiales. Debemos estar determinados a seguir adelante en Cristo Jesús y no desviarnos del camino.
El mensaje habla sobre cómo el Señor pelea nuestras batallas y suple nuestras necesidades. También nos anima a perseverar en nuestra carrera en Cristo, a pesar de los obstáculos que puedan surgir. El orador menciona la importancia de depender de la gracia de Dios y de crucificar nuestras pasiones naturales para seguir corriendo la carrera. También hace referencia a la historia de un hombre que pasó de estar viviendo en la calle a convertirse en el neurocirujano número uno del mundo, gracias a la gracia de Dios. Finalmente, hace un llamado a estar alerta a los tiempos difíciles y a mantenernos firmes en nuestra fe.
El discurso habla sobre la importancia de seguir adelante en la vida, sin importar los obstáculos. El orador comparte la historia de su padre, que a pesar de tener 90 años y múltiples problemas de salud, sigue adelante gracias a su determinación y disposición. El orador anima a la audiencia a pelear y correr la carrera de la vida hasta el final, y a confiar en la gracia de Dios para lograrlo. También invita a aquellos que todavía no han tenido una experiencia con Cristo a comenzar su carrera con él y se alegra por aquellos que toman esa decisión.
Ahora tenemos a Lilian Gutiérrez que no es extraña, que no es extranjera a León de Judá. Denle un gran aplauso a Lilian. Lilian es una New Yorkriqueña que Dios ha bendecido de una manera extraordinaria. Ella ministra en iglesias en muchas partes de esta nación y trae ese gozo del Señor, esa vitalidad que la caracteriza y siempre que está con nosotros nos gozamos tanto con ella, con su sentido de humor, su vitalidad, su gozo de la vida muy especial. Encarna esa vida abundante, que Cristo tiene para sus hijos y sus hijas así que es un gozo tenerte de nuevo Lilian con nosotros. Te bendecimos.
Vamos a darle un gran aplauso a la Pastora Lilian Gutiérrez.
Vamos a darle un gran aplauso a la Pastora Lilian Gutiérrez.
