Presentación 5 de abril 2014: Luce tu nueva vestidura
Ada Valles
(Audio: Español)
RESUMEN: La predicadora lee Colosenses 3:1-17 y destaca que Pablo utiliza verbos que implican acción y que los creyentes tienen que tomar parte en su transformación espiritual. La predicadora menciona que la vestidura espiritual es importante porque los demás nos juzgan por nuestras acciones y no solo por nuestra apariencia externa. La predicadora también compara el espejo que usamos para vernos a nosotros mismos con la Palabra de Dios como un espejo espiritual para ver si estamos viviendo de acuerdo a la voluntad de Dios. La predicadora menciona que la ayuda del Espíritu Santo es esencial para cambiar y crecer espiritualmente. Finalmente, la predicadora utiliza analogías relacionadas con la comida para ilustrar su punto.
La Palabra es el agua del espíritu que despega las cosas pegadas en nuestras vidas. Debemos remojarnos en la Palabra del Señor y no solo leerla de forma histórica. Debemos despojarnos del traje viejo y utilizar la nueva vestimenta que somos en Cristo. Pablo menciona características del traje viejo, como la inmoralidad sexual, la impureza, las pasiones desordenadas, la avaricia, la ira, el enojo y la lascivia. Como creyentes, debemos aprender a hablar con la persona que nos ofende en lugar de hablar con todos los demás.
En este sermón, la predicadora habla sobre las características que deben tener los creyentes una vez que se despojan del viejo hombre y se convierten en nuevas criaturas en Cristo. Entre estas características se encuentran la misericordia, la benignidad, la humildad, la mansedumbre, la paciencia, el espíritu perdonador, el amor y un corazón agradecido. La predicadora enfatiza que estas características deben reflejarse en las acciones diarias de los creyentes y no solo en una fachada. También menciona la importancia de hablar con la persona con la que estamos enojados, en lugar de hablar con todo el mundo excepto con la persona en cuestión. El sermón termina con la idea de que el Espíritu Santo nos ayuda a hacer los cambios pertinentes en nuestra vida.
La oradora habla sobre la importancia de ser auténticos y dejar de presentar un espectáculo en nuestras vidas. Menciona que para cambiar un hábito se necesitan alrededor de 21-50 días, pero que con la ayuda del Espíritu Santo no hay excusas para no cambiar. Luego relata una situación en una fila de autos en la que una persona se estaba aventajando y otras le daban dinero para que ordenara por ellas, lo que provocó que la siguiente persona en la fila se enojara y dijera que esa persona no era cristiana. La oradora hace un llamado a la madurez y el crecimiento espiritual, y termina ofreciendo el altar para aquellos que quieran hacer un compromiso con Dios. En la oración final, pide que Dios ayude a las personas a establecer nuevos hábitos y costumbres que reflejen su compromiso con Él.
La Palabra es el agua del espíritu que despega las cosas pegadas en nuestras vidas. Debemos remojarnos en la Palabra del Señor y no solo leerla de forma histórica. Debemos despojarnos del traje viejo y utilizar la nueva vestimenta que somos en Cristo. Pablo menciona características del traje viejo, como la inmoralidad sexual, la impureza, las pasiones desordenadas, la avaricia, la ira, el enojo y la lascivia. Como creyentes, debemos aprender a hablar con la persona que nos ofende en lugar de hablar con todos los demás.
En este sermón, la predicadora habla sobre las características que deben tener los creyentes una vez que se despojan del viejo hombre y se convierten en nuevas criaturas en Cristo. Entre estas características se encuentran la misericordia, la benignidad, la humildad, la mansedumbre, la paciencia, el espíritu perdonador, el amor y un corazón agradecido. La predicadora enfatiza que estas características deben reflejarse en las acciones diarias de los creyentes y no solo en una fachada. También menciona la importancia de hablar con la persona con la que estamos enojados, en lugar de hablar con todo el mundo excepto con la persona en cuestión. El sermón termina con la idea de que el Espíritu Santo nos ayuda a hacer los cambios pertinentes en nuestra vida.
La oradora habla sobre la importancia de ser auténticos y dejar de presentar un espectáculo en nuestras vidas. Menciona que para cambiar un hábito se necesitan alrededor de 21-50 días, pero que con la ayuda del Espíritu Santo no hay excusas para no cambiar. Luego relata una situación en una fila de autos en la que una persona se estaba aventajando y otras le daban dinero para que ordenara por ellas, lo que provocó que la siguiente persona en la fila se enojara y dijera que esa persona no era cristiana. La oradora hace un llamado a la madurez y el crecimiento espiritual, y termina ofreciendo el altar para aquellos que quieran hacer un compromiso con Dios. En la oración final, pide que Dios ayude a las personas a establecer nuevos hábitos y costumbres que reflejen su compromiso con Él.
El énfasis de esta mañana es en el verso 12 de Colosenses 3, pero quiero leer del 1 al 17 para que tengamos una idea de lo que Pablo está diciéndonos en esta mañana ¿amén? Yo lo voy a leer porque la versión mía es distinta y quiero que todas tengamos la misma versión así que todas podemos seguir aquí. Vamos a ponernos de pie una vez más y vamos a leer, si pueden leer conmigo ¿ok? acuérdense que el Señor nos está hablando a todos ¿amén? esto no es para el vecino ni para el que está al lado mío, ni para mi esposo, ni para mi hija, en estos momentos nos está hablando a todos.
Y dice así: "Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria."
Y dice así: "Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria."
