Predica 9 de mayo 2004 : Maria escogió mejor que Marta (Lucas 10:38 )

RESUMEN: El pasaje de Marta y María es un llamado a poner nuestra mira en las cosas de arriba y a discernir cuál debe ser nuestra prioridad principal. Debemos poner nuestro cariño y nuestra mejor prioridad en Dios y solamente en Él. Cualquier cosa que compita con ese afecto apasionado y radical que Dios quiere de nosotros no le será agradable, aunque sea algo muy bueno. Marta estaba perdiendo una tremenda oportunidad al estar preocupada por los quehaceres en lugar de disfrutar de la presencia del Señor. María, por su parte, entendía qué es lo más importante y por eso el Señor dijo que ella había escogido lo mejor. Debemos examinarnos nuestro corazón y preguntarnos si estamos haciendo lo que hacemos para agradar al Señor y en los términos de lo que Dios quiere.

El autor reflexiona sobre la importancia de poner a Dios primero en nuestras vidas y ajustar nuestras prioridades en consecuencia. Señala que la ansiedad a menudo viene de un orgullo disfrazado y que para encontrar descanso en nuestras vidas, debemos olvidarnos de nosotros mismos y hacer las cosas con sencillez de corazón. También enfatiza la importancia de examinar nuestros corazones y asegurarnos de que nuestras ofrendas y acciones estén motivadas por un amor verdadero por Dios. Si ponemos a Dios primero, todas las demás cosas caerán en su lugar.

El problema central de la humanidad y la iglesia es que muchos no han dado al Señor lo que El quiere, que es amarlo por sobre todas las cosas y entregarle todo lo que tenemos, incluyendo nuestros afectos y bienes materiales. Cuando hacemos esto, encontramos paz y gozo en nuestro corazón y Dios nos bendice en todas las áreas de nuestra vida. Debemos ajustar nuestras prioridades y aprender a deshacernos de nosotros mismos para encontrar nuestro verdadero yo en Dios. Descansa en el Señor y pon tus prioridades en El.

.El famoso pasaje de Marta y de María dice allí: “Aconteció que yendo de camino entró en una aldea y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María la cual sentándose a los pies de Jesús oía su palabra.”– Lucas, Capítulo X, versículo 38 en adelante - “Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose dijo: “Señor, no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile pues que me ayude.” Respondiendo Jesús: “Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas, pero solo una cosa es necesaria, y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.”

Cuántas Martas hay aquí? Levanten la mano. Estoy jugando. Yo voy a levantar la mía. De hecho yo me voy a predicar este sermón a mi mismo y si usted quiere escuchar, bienvenido a hacerlo también.