No te afanes por nada
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
En Lucas 12:22-34, Jesús llama a sus discípulos a no preocuparse por su vida, comida o vestimenta, ya que Dios cuida de todas estas cosas. Él les muestra cómo Dios cuida de los cuervos y las flores del campo, y les dice que ellos, como seres humanos, son aún más valiosos para Dios. La ansiedad y el afán son una tendencia natural en la biología humana, pero Jesús invita a sus seguidores a confiar en Dios y observar cómo Él provee para las cosas más pequeñas de la vida. El Apóstol Pablo también habla de la ansiedad en Filipenses 4, llamando a los creyentes a no preocuparse por nada y orar con acción de gracias. Sin embargo, incluso los discípulos y Pablo lucharon con la ansiedad en ciertos momentos. El territorio de la mente es donde se da la batalla de la ansiedad, y Jesús usa la observación de la naturaleza para mostrar cómo Dios se encarga de las cosas pequeñas y, por extensión, de sus seguidores. Dios está comprometido a bendecir y
El orador comparte su testimonio personal sobre cómo su familia experimentó la bendición de Dios después de que su madre se convirtió al cristianismo. Él enfatiza que Dios es un Dios proveedor y que Él provee no solo para crear, sino también para mantener. En tiempos de crisis y dificultades, debemos recordar que Dios está en control y tiene un plan para bendecirnos. También podemos tomar medidas para controlar nuestra ansiedad, como enfocarnos en las promesas de Dios y buscar lugares de refugio para orar y declarar su fidelidad. La ansiedad no es una condición condenatoria, y podemos tomar control de ella con la ayuda del Espíritu Santo y la enseñanza de la Palabra de Dios.
El control divino es importante para lidiar con la ansiedad y el estrés. Cuando nos sentimos ansiosos, debemos centrarnos en las promesas de Dios y pensar en cosas positivas. Debemos evitar consumir entretenimiento negativo y las noticias de la pandemia, y en su lugar, centrarnos en las cosas buenas y positivas. Debemos controlar lo que decimos y confesar cosas positivas, ya que esto afecta nuestra vida. En cuanto a la vacuna, es importante confiar en el Señor y hacer lo que sea mejor para nuestra salud y para ayudar a los demás. Algunas cosas están fuera de nuestro control y debemos dejarlas en manos de Dios.
El control divino es algo que debemos enfocar. Hay cosas que podemos controlar y hay cosas que no podemos controlar, y debemos saber cuándo ceder el control al Señor. Esta pandemia es algo que está fuera de nuestro control, y debemos confiar nuestras vidas al Señor y dejar que Él nos guíe cada día. La ansiedad surge del deseo de control y la creencia de que el mundo depende de nosotros, pero debemos aprender a vivir humildemente y confiar en el plan de Dios. El mundo seguirá con más problemas, pero debemos disfrutar del viaje y aprender a fluir con él. La persona que puede hacer un cambio en el mundo es la persona que se ha dado por vencida y ha entendido que no es esencial. Debemos aprender a conformarnos y descansar en el Señor para ser verdaderamente influyentes en el mundo. Dios nos llama a estar quietos y confiar en Él. Debemos entregar nuestras cargas al Señor y confiar en su bondad y misericordia.
El orador invita a la audiencia a entregarse a Dios y abandonar sus preocupaciones y temores. Se refiere a la malla de seguridad que Dios tiene bajo nosotros y pide a Dios que su palabra viva y eficaz penetre en los corazones de la audiencia y les brinde paz y salud. También bendice a la audiencia y declara la reconciliación y la paz en el Señor sobre ellos. Termina animando a la audiencia a celebrar su condición de hijos de Dios.Lucas, capítulo 12, y vamos a leer de los versículos 22 al 34. Lucas 12:22 en adelante. Discúlpame María, se me olvidó pasar los… no sé si los tenías ya por Marlene que los tuvo a las 9. Dios nos llama a no afanarnos por nada. Dígale a su hermano, no te afanes por nada. Dígaselo a alguien o voltéese hacia alguien. Easier said than done, dicen los americanos, más fácil decirlo que hacerlo, pero Dios tiene un llamado a nosotros para que no estemos afanosos. El Apóstol pablo también dice, “Por nada estéis afanosos.” Y quiero meditar sobre eso esta mañana. Dice el Señor Jesucristo a nosotros, “Dijo luego a sus discípulos, por tanto os digo, no os afanéis por vuestra vida, qué comeréis, no por el cuerpo qué vestiréis, la vida es más que la comida y el cuerpo es más que el vestido. Considerad los cuervos…” – le está diciendo, piensen en los cuervos, observen, miren a los cuervos. No hay cosa menos atractiva que un cuervo, hermanos, esa es la verdad. Pero dice, “Miren los cuervos que ni siembran, ni siegan, ni siquiera tienen despensa dónde almacenar su comida, no tienen un granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves?”
Eso es cierto, si el Señor atiende a esos seres tan poco atractivos como los cuervos, cómo no más a nosotros que somos infinitamente más valiosos y atractivos que ellos. “¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo? – eso es 18 pulgadas - ¿Quién podrá hacerlo? Entonces, si no podéis ni aún lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás?” y el Señor Jesucristo añade otra forma de ver esto, dice, “Miren los lirios cómo crecen, no trabajan, ni hilan, más os digo que ni aún Salomón – el hombre más rico que ha habido en la historia – con toda su gloria se vistió como uno de ellos. Y así viste Dios la hierba que hoy está en el campo y mañana es echada al horno, cuánto más a vosotros, hombres y mujeres de poca fe.” Esa es una leve reprensión de parte del Señor, muy amorosa para nosotros. “Vosotros pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer ni por lo que habéis de beber ni estéis en ansiosa inquietud porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo, - es decir, los que no conocen al Señor, los que no conocen la palabra de Dios. Ellos se preocupan por todas estas cosas. “Pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas.” ¿Y cuál es la conclusión de todo esto? “Más buscad el Reino de Dios…,” otro pasaje dice primeramente el Reino de Dios, y añade en otra parte, y su justicia. “Más buscad el Reino de Dios y todas estas cosas os serán añadidas.” Amén.