Ministerios y ministros
Faustino de Jesús Zamora VargasCreo personalmente que la iglesia de Cristo necesita más de la acción de buenos ministros que de buenos y muchos ministerios. Sobre todo de ministros humildes. Desde el punto de vista bíblico, el ministro es aquel que dispone su corazón al servicio como respuesta a las instrucciones de Dios de cumplir su voluntad. Ministro no sólo es el pastor, sino también hasta la más sencilla hermana que sirve en la iglesia en cualquiera de sus ministerios.
Mucho se habla de la humildad, pero no hay muchos que la encarnen bíblicamente. Cierta dosis de piedad y de solidaridad hacia los demás de vez en cuando no es suficiente. Por ahí hay mucha gente que no ha tenido una experiencia con Cristo y sin embargo es conocida por su sencillez y entrega sacrificial al servicio de los demás sin esperar nada a cambio. Así que la humildad no es patrimonio exclusivo de los cristianos. Por eso es inconcebible que un cristiano sea soberbio y orgulloso. La presunción y la altivez de espíritu hacen un maridaje perfecto con el endiosamiento. “Porque el Señor es excelso, Y atiende al humilde, Pero al altivo conoce de lejos” (Sal 138.6) ¿Qué es el endiosamiento? Es asumir el rol que sólo le corresponde a Dios. Sus características son nefastas y dejan huellas imborrables en la vida de la iglesia.