El valor de ministrar como Jesús
Faustino de Jesús Zamora VargasEl ministerio es un llamado, no un oficio. Este llamamiento tiene una naturaleza espiritual, nunca carnal; es divino, jamás terrenal. Él me eligió primero para después llamarme a ministrar. Es un privilegio, no una imposición.
Hemos sido llamados a servir al Señor. “Pero aun antes de que yo naciera, Dios me eligió y me llamó por su gracia maravillosa” (Ga 1.15). ¿A qué nos llamó Dios sino a servirle?