Mi concepción personal de Jesús - el León de Judá
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
El pastor comparte su visión personal de Jesús como el León de Judá, una imagen poderosa, feroz y militarista. Él cree que esta imagen de Jesús es importante para la Iglesia porque representa el señorío, el poder y la autoridad de Cristo, que exige adoración, reverencia y sujeción. Aunque reconoce la importancia del Jesús tierno, compasivo y amoroso, el pastor cree que la Iglesia necesita recuperar y enfatizar la imagen del León de Judá como una forma de proclamar el poder y la majestad de Dios en un mundo que a menudo descuida y contradice a Cristo.
El hablante cree que la Iglesia necesita recuperar la imagen de Jesús como el León de Judá, un Jesús poderoso y severo al que hay que temer y obedecer. Él cree que la Iglesia ha enfatizado demasiado la ternura y la compasión de Jesús, y que necesita rescatar su imagen como un rey que exige obediencia y lealtad. También cree que la Iglesia necesita confrontar al mundo y anunciar el señorío de Cristo, llamando a la gente a someterse a Él. El hablante ve un tiempo en la historia de la humanidad en el que la Iglesia recuperará el poder sobre las naciones y habrá conversiones masivas. Cree que la Iglesia debe prepararse para una misión de guerra y rescate, y que se requiere un pueblo lúcido, fuerte y decidido para llevar a cabo esta tarea. Finalmente, cita el Salmo 2 como un llamado a las naciones a someterse al señorío de Cristo.
El Salmo 2 es un llamado a las naciones a servir a Dios y honrar a su Hijo. Debemos preparar nuestros dones y hacer guerra espiritual para establecer el señorío de Cristo en nuestras ciudades. Nuestra Iglesia debe ser un lugar de entrenamiento y preparación para servir a Cristo de manera efectiva. Debemos vivir a la altura de lo que Dios espera de nosotros y presentarle al mundo a un Cristo poderoso y amoroso. Declaramos el señorío de Cristo sobre nuestras vidas y nuestra Iglesia.Es un placer estar con ustedes esta noche, y también de concluir esta serie de meditaciones sobre la persona de Jesús, y donde cada uno de los pastores, pastoras de la Iglesia, tienen la oportunidad de expresar su propia versión, su propio sentimiento de Jesús. Yo creo que muchas veces cuando nosotros expresamos lo que Jesús quiere decir para nosotros específicamente ya como que estamos revelando mucho sobre nuestra psiquis y nuestra personalidad, porque según lo que uno ve en Jesús uno expresa ciertos aspectos de su personalidad y de su forma de ver la vida y ver cosas espirituales, así que yo creo que voy a revelar ciertos aspectos de mi personalidad al compartir con ustedes el Jesús que yo sirvo, en mi concepción de Jesucristo.
Cuando yo miro a Jesús no veo necesariamente al Jesús tierno y accesible que algunos han presentado durante estas semanas, aunque evidentemente esa parte de Jesús existe, es real, muy importante, y tenemos que siempre tenerla en mente, absolutamente, Jesús es ese ser tierno, cordial, amable, compasivo, que ve el tesoro escondido en las personas y que aprecia, persona que nadie apreciaría, que las redime y las levanta, les dá su dignidad que han perdido, yo creo que ese Jesús muchas veces hay que hablar de la gracia, la misericordia, el amor, la compasión, la tolerancia, la paciencia, como parte esencial de nuestra ética como Iglesia, como congregación, y es muy importante que no olvidemos eso, tenemos que presentarle al mundo un Cristo real, por eso Cristo encarnó, se hizo hombre, para entrar en nuestra dimensión, sentir lo que nosotros sentimos, identificarse con nosotros y poder hablar a una dimensión de nuestro ser, podemos identificarnos con ese Jesús humano, y conoce como dice la Biblia, nuestras tentaciones, nuestras enfermedades, nuestras luchas, como Él conoce eso dice la Biblia que entonces puede ser un sacerdote que le presente a Dios.