Vida plena en gratitud
Faustino de Jesús Zamora VargasHace unos días leí una expresión que me conmovió sinceramente. Decía: "el problema no es ser pecadores, sino no dejarnos transformar por el amor".
Me pareció edificante. El pecado, ese mal compañero que persistirá siempre en apartarnos de la gracia –no lo logrará definitivamente en el corazón redimido por Cristo– no es la causa en sí, sino nosotros mismos. Somos a ratos reacios, incomprensiblemente renuentes a permitir que el amor de Cristo transforme nuestras vidas.