La palabra profética
Faustino de Jesús Zamora VargasGuardar la palabra de Dios no es solamente atesorarla y apreciarla. Si se trata únicamente en estos términos se corre el riesgo de ser incluido en el grupo - tristemente célebre - de cristiano nominal. El nominalismo es figurativo, es simbólico, no cala, se queda en la epidermis del cristianismo. Guardar la palabra es hacerla intencionalmente, conscientemente, prácticamente
. Cada domingo - por lo general - escuchamos sermones que nos desafían, nos exhortan, nos animan al servicio, a la práctica de un cristianismo auténtico. Si eso no sucede en tu vida de cristiano, debes hablar con Dios al respecto. Lo cierto es que, sólo un bajísimo por ciento de lo que se escucha, se pone en práctica. Y poner en práctica es obedecer.