Haz tu parte, y Dios hará la suya
Dr. Roberto MirandaCuando el enemigo viene contra nosotros, ¡es importante que sepamos en qué consisten sus armas, y en qué consisten las nuestras! Cuando David se prepara para confrontar a Goliat, le dice: “Tú vienes contra mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel” (1 Sam 17: 45). David estaba claramente consciente de cada arma que poseía su contrincante. A la misma vez, sabía específicamente con qué él contaba, y cuál era la verdadera naturaleza de su propia armadura.
Mientras escribo estas líneas, estoy profundamente involucrado en el proceso de planificación para la construcción de un nuevo templo. Esta es una de las grandes tareas que actualmente tengo por delante como pastor, quizás el mayor reto que yo haya acometido en toda mi carrera ministerial. Se trata del proyecto más ambicioso y arriesgado que haya emprendido nuestra congregación en toda su historia. Estoy muy consciente de que construimos en uno de los tiempos de mayor crisis económica que se haya visto en muchas décadas. Como pastor, líder y administrador, tengo que medir exactamente lo que conlleva esta tarea. No puedo permitirme demasiadas inexactitudes, porque sé que el terreno financiero en que me muevo es terriblemente traicionero y peligroso, y que no perdonará aun pequeños errores.