Vida plena para vida eterna
Faustino de Jesús Zamora VargasAl principiar mi vida en Cristo uno de los asuntos que más trabajo me costó entender es el asunto de la vida eterna. El que no entiende la promesa de la vida eterna se queda a mitad del camino en el entendimiento del evangelio de Jesucristo.
Vida eterna para el pecador arrepentido es la promesa de las promesas. Es el regalo supremo, la consecuencia final del sacrificio hecho en la cruz. A medida que crece la fe y el conocimiento de la Palabra de Dios, el Señor va revelando el significado de una vida con Cristo, en el aquí y ahora y en la eternidad. Hoy en Cristo, mañana con Él, y en la medida que su amor y misericordias va cincelando el corazón redimido, la convicción de la eternidad en su presencia se hace más visible y concluyente. Fue Él mismo el que lo prometió: “Y ésta es la promesa que Él mismo nos hizo: la vida eterna. (1 Jn 2.25).