Fe suficiente para dar un paso adicional
Omar Soto(Audio: Español)
RESUMEN:
El zarandeo en nuestras vidas es necesario para separar lo desechable de lo deseado y para que podamos comprobar quién es Jesús en medio de nuestras vidas. Pedro experimentó un zarandeo a través de su negación a Jesús, a pesar de haber visto milagros y haber recibido enseñanza de Jesús. A veces, el zarandeo viene de circunstancias externas, pero otras veces viene de las personas más cercanas a nosotros. Cuando parece que algo ha terminado en nuestra vida, eso no significa que Dios haya terminado con nosotros. La conclusión de una temporada no determina nuestro destino. Es importante seguir moviéndonos y no detenernos, incluso en momentos de zarandeo.
Dios permite que situaciones difíciles zarandeen nuestras vidas para sacar lo mejor de nosotros, para pulirnos y sacar lo que no es necesario en nuestras vidas. Esto puede ocurrir en diferentes áreas de nuestras vidas, como en el carácter, la familia, la salud, el trabajo, la iglesia, etc. Debemos enfocarnos en lo que Dios quiere sacar de nosotros a través de estas situaciones y confiar en que Él tiene un plan para nosotros. Cuando enfrentemos situaciones difíciles, debemos mantenernos firmes, recordando que Dios está con nosotros y que sus sueños para nosotros continúan.
La oración es para darle gloria a Dios y pedirle que nos proteja de tentaciones y nos ayude a discernir su voluntad en situaciones difíciles. También se pide su bendición sobre los presentes y un descanso reparador. Finalmente, se bendice a todos en el nombre de Jesús.Seguimos adelante. Qué fue lo que yo estaba diciendo el miércoles pasado? No hay vocación perdurable que no sea antes sacudida, en otras palabras, no hay vida cristiana que no tenga sentido de sí sin que antes sea zarandeada. Estábamos leyendo en Lucas, capítulo 22, si pueden ir conmigo una vez más para refrescarle su memoria. Lucas, capítulo 22, el verso 31, es el suceso en el cual Jesús está en el proceso de instituir la cena y está identificando a la persona que lo iba a traicionar y de repente se dirige a Pedro, en el verso 31 y le dice:
“… Simón, Simón, he aquí que Satanás los ha pedido para zarandearlos como a trigo, pero yo he rogado por ti – perdón, estoy en Lucas 22, verso 31, a los que no me oyeron antes, dice - … Simón, Simón he aquí que Satanás los ha pedido para zarandearlos como a trigo pero yo he rogado por ti para que tu fe no falte y tu una vez vuelta que puedas confirmar a tus hermanos…”