El valor de la paciencia
Milagros García KlibanskyHace poco, una nueva creyente me preguntaba con gran preocupación, ¿Por qué su vida se había vuelto un caos familiar si ella había aceptado a Jesús como Señor y Salvador de su vida? La razón es que el resto de su familia no es creyente y cada decisión tomada por algún miembro de una familia, tiene repercusiones en el resto de la misma. Estas repercusiones no siempre tienen que ser negativas, no obstante, pueden generar en alguna medida, ansiedad, irritabilidad o desconfianza en algunos de sus miembros.
El temor a lo desconocido o a lo conocido de forma distorsionada, hace que el ser humano rechace situaciones que no se siente capaz de manejar por la falta de experiencias previas y los cambios que experimenta una persona que permite que Dios entre en su vida, siempre provocan temor en quienes le rodean. A esto se suma que la pasión que esto genera es tal que deseamos que todo el mundo sienta lo mismo, pero debemos tener en cuenta que nuestra familia no ha tomado la misma decisión.